Según el Daily Mail, al menos diez jugadores galeses habrían llegado a acuerdos con R360, en un contexto donde el rugby galés atraviesa una crisis económica profunda. Entre los nombres que suenan figuran Louis Rees-Zammit, Tomos Williams, Dewi Lake, Nicky Smith, Aaron Wainwright, Taulupe Faletau y Josh Adams.
La movida representa un duro golpe para el nuevo entrenador del seleccionado galés, Steve Tandy, ya que la participación en la liga rebelde implicaría la pérdida de elegibilidad internacional.
Las principales uniones —entre ellas Inglaterra, Irlanda, Francia, Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica, Escocia e Italia— emitieron un comunicado conjunto advirtiendo que cualquier jugador que firme con R360 no podrá representar a su país.
“Apoyamos la innovación, pero toda nueva competencia debe fortalecer al rugby, no fragmentarlo”, señala el comunicado.
La NRL (rugby league) también se sumó al frente común, advirtiendo con sanciones de hasta 10 años de suspensión a quienes abandonen sus ligas para unirse al nuevo torneo.
Sin embargo, el caso galés se presenta como una excepción en medio de las tensiones internacionales: ante la incertidumbre económica local y la posibilidad de mayores ingresos por menos partidos, R360 podría convertirse en una válvula de escape para varios jugadores de renombre.