El entrenador Fabien Galthié tomó medidas drásticas para evitar filtraciones en los entrenamientos de Les Bleus, ante el temor de que Sudáfrica esté espiando sus tácticas antes del partido del 8 de noviembre en el Stade de France, correspondiente a la Serie de Naciones de Otoño.
La selección francesa inició su concentración en Marcoussis, pero las prácticas se desarrollan a puerta cerrada. El motivo: el equipo Junior Springboks Sub-19 utiliza las mismas instalaciones durante su gira por Europa, lo que generó sospechas de posibles filtraciones hacia el staff de Rassie Erasmus.
Galthié decidió limitar el acceso a los medios y al público, permitiendo solo los primeros 15 minutos de entrenamiento, algo inusual para el seleccionado francés.
El técnico sudafricano Kevin Foote lidera la gira de los Junior Boks, que incluye tres partidos ante combinados juveniles de Francia e Irlanda. La coincidencia en los lugares de entrenamiento encendió las alarmas en el cuerpo técnico galo, que teme que información táctica sensible llegue al staff de los Springboks.
Antecedentes de espionaje en el rugby internacional
No es la primera vez que surgen acusaciones de espionaje en el rugby de elite. Durante el Mundial 2023, los Springboks también entrenaron bajo estrictas medidas de seguridad para evitar ser grabados por Francia.
Casos similares se registraron en el pasado:
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En la serie entre los British & Irish Lions y Sudáfrica (2021), Warren Gatland denunció haber sido espiado.
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En 2017, un miembro de seguridad de los All Blacks fue arrestado por colocar un dispositivo de escucha en un hotel de Sídney.
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Incluso Eddie Jones afirmó que Nueva Zelanda lo había espiado durante su etapa con Inglaterra.
El duelo entre Francia y los Springboks promete alta intensidad tanto dentro como fuera del campo. Mientras los actuales campeones del mundo afinan detalles en Europa, Les Bleus refuerzan su hermetismo para evitar que sus estrategias se filtren en una semana marcada por la desconfianza y la rivalidad.








