La selección masculina de rugby de Bélgica, conocida como los Black Devils, busca hacer historia y clasificar por primera vez a una Copa del Mundo. Con un estilo que combina el toque francés y el pragmatismo flamenco, el equipo apunta a seguir el ejemplo del hockey belga, campeón olímpico en 2021.
Tras una sólida victoria por 31-10 frente a los Países Bajos, Bélgica aseguró su lugar en el Torneo Final de Clasificación que se disputará en Dubái, donde deberá medirse ante Namibia, Brasil y Samoa por la última plaza disponible rumbo a Australia 2027.
El resurgir del rugby belga comenzó hace poco más de dos años, cuando la Federación unificó esfuerzos entre las regiones francófonas y flamencas, fortaleciendo la estructura dirigencial y atrayendo nuevos patrocinadores. Hoy, el equipo muestra una cohesión inédita, reflejo de una organización que aprendió del modelo de los Red Lions de hockey.
“Antes la falta de unidad era una debilidad, ahora es una fortaleza. La Federación está unida y eso se nota en el juego”, destacó el capitán Jens Torf.
Inspirados por el crecimiento del hockey —que pasó de 15.000 a 60.000 jugadores—, los Black Devils sueñan con dejar su huella en la historia y transformar el futuro del rugby en Bélgica.
“Clasificar sería un legado enorme para las nuevas generaciones”, cerró Torf.
www.rugbypass.com








