A horas de la final del Regional del NOA, el presidente de la Comisión de Árbitros de la Unión de Rugby de Tucumán presentó su renuncia denunciando injerencias en las designaciones. Su salida deja expuesta una crisis institucional sin precedentes.
El rugby tucumano atraviesa días turbulentos. En la antesala de la gran final del Torneo Regional del NOA, Matías Pascual presentó su renuncia indeclinable a la presidencia de la Comisión de Árbitros de la URT, con una carta que sacudió los cimientos de la institución.
“No puedo permitir que los clubes elijan el árbitro de un partido. En estas condiciones no puedo garantizar la imparcialidad del referee”, escribió Pascual, confirmando lo que desde hace tiempo era un secreto a voces: la intervención de la dirigencia en las designaciones arbitrales.
En su carta, Pascual explicó que la Comisión había propuesto a Patricio Padrón como juez principal y a Pedro López Vildoza como asistente para la final, pero el Consejo Directivo de la URT decidió reemplazarlos por otros nombres.
“Uno de los pilares de nuestra gestión fue la defensa del referee y la jerarquización del mismo. Les pido disculpas por no poder seguir haciéndolo”, concluyó, marcando un claro quiebre institucional.
La renuncia de Pascual se produce en medio de un clima tenso, con quejas reiteradas de clubes por presuntas designaciones “a medida” y favoritismos dentro del cuerpo arbitral. La situación expone una crisis de independencia y una pérdida de confianza en el sistema arbitral tucumano.
Mientras tanto, el rugby de la región se prepara para una definición apasionante. Natación y Gimnasia enfrentará este sábado a Tucumán Rugby, en una final que promete ser una de las más equilibradas de los últimos años.
En paralelo, la Unión de Rugby de Tucumán (URT) busca avanzar con medidas estructurales. Semanas atrás, la entidad firmó un acuerdo con la Facultad de Educación Física de la Universidad Nacional de Tucumán (Facdef-UNT) para promover la formación de nuevos árbitros y fortalecer la base del referato local.
“Estamos con una carencia tremenda de árbitros”, reconoció el presidente de la URT, Javier Budeguer, en diálogo con Tendencia de Noticias.
El convenio incluye cinco cursos teóricos y prácticos abiertos al público, con la participación de árbitros de Primera en las primeras etapas.
Budeguer sostuvo que “tener cantidad permitirá mejorar la calidad”, mientras que el decano Raúl Lichinsky agregó: “El deporte mejora cuando el arbitraje también mejora. Hoy el referee es la principal figura del partido”.
El acuerdo fue rubricado por Budeguer y Lichinsky, junto a Fernando Erimbaue, David Rufino, Osvaldo Singh y Matías Pascual, en una de las últimas apariciones institucionales del ex titular antes de su dimisión.
La salida de Pascual no solo marca el fin de una gestión, sino que refleja una crisis más profunda. El arbitraje tucumano enfrenta hoy un desafío mayúsculo: recuperar la credibilidad, garantizar independencia y reconstruir la confianza en el juego.
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