Las tarjetas rojas a Lood de Jager y Franco Mostert reavivaron la discusión sobre el punto de contacto. Para los árbitros, las acciones fueron “siempre ilegales”, por lo que no aplicaron revisión del TMO ni la regla de los 20 minutos.
Erasmus explotó: “No sabemos cómo entrenar a los jugadores para que bajen más”.
Los números lo respaldan. Sudáfrica es, desde hace años, uno de los equipos que más placajes bajos realiza, y en noviembre fue el único seleccionado con más del 50% de tackles clasificados como bajos (51,87%).
En el Mundial 2023 ya había quedado tercero global en tackles bajos detrás de Rumania y Samoa, igualando a Argentina y superando a Nueva Zelanda.
La filosofía defensiva sudafricana —instalada por Nienaber y continuada por Flannery— se centra en bajar el punto de contacto para evitar sanciones y mejorar la seguridad. Incluso SA Rugby redujo la altura legal del tackle en el rugby escolar.
Paradójicamente, los dos tackles que generaron rojas recientes fueron intentos de tackles bajos en los que la dinámica del contacto terminó elevando el impacto.
Sudáfrica mantiene el promedio más alto de tackles bajos entre todas las naciones de SANZAAR y el Seis Naciones, mientras Argentina descendió al 36,87% y Escocia lidera en tackles de estrangulamiento.








