El ex árbitro internacional irlandés Owen Doyle reclamó una sanción ejemplar para Eben Etzebeth luego de la acción que derivó en su tarjeta roja durante la victoria de Sudáfrica por 73-0 sobre Gales, donde el segunda línea presionó con el pulgar el ojo de Alex Mann.
Etzebeth deberá comparecer ante una audiencia disciplinaria cuyo veredicto se conocerá entre el martes por la noche y el miércoles por la mañana. Dependiendo de cómo se tipifique la acción, las sanciones pueden ir desde dos semanas —si solo se considera “contacto con el área de los ojos” con mitigación— hasta cuatro años en caso de considerarse contacto intencional o imprudente con el ojo.
En redes sociales circularon imágenes borrosas que sugerían que Etzebeth habría respondido a una supuesta acción previa de Mann. Sin embargo, el tercera línea galés no fue citado, y para Doyle ese aspecto no debería mitigar la acción del sudafricano.
“Se mire como se mire, fue un acto atroz imposible de mitigar”, escribió Doyle en su columna del Irish Times.
“No puede ser una cuestión de ojo por ojo; ese nivel de represalia es inaceptable. Si hubo provocación, ambos casos deben tratarse por separado”.
El ex árbitro advirtió que el rugby “no puede permitirse que su sistema judicial actúe con ligereza”, debido al impacto que un fallo leve tendría en la percepción pública del deporte y en la protección del jugador.
Un noviembre cargado de polémicas para los Springboks
El caso Etzebeth se suma a un mes movido para Sudáfrica en materia disciplinaria: Lood de Jager y Franco Mostert también vieron la roja ante Francia e Italia respectivamente por contactos altos. De Jager fue suspendido, mientras que la sanción de Mostert fue anulada al considerarse que el impacto principal fue en el pecho.
Doyle afirmó que la ventana de noviembre estuvo marcada por “juego sucio, revisiones interminables del TMO y árbitros bajo una presión extrema”.
“Los árbitros están abrumados por protocolos, listas de verificación, constantes consultas de jugadores y el análisis de sus rendimientos. No podemos culparlos de todo”, concluyó.








