El rugby de Nueva Zelanda atraviesa un momento de marcada incertidumbre. Un informe local reveló la existencia de frustraciones internas generalizadas en el plantel de los All Blacks, con duros cuestionamientos al régimen de trabajo del entrenador Scott Robertson, tras una serie de resultados irregulares desde la final del Mundial de Francia 2023.
Según publicó el New Zealand Herald, el clima dentro del seleccionado neozelandés estaría lejos de ser el ideal. A pesar de haber asumido el cargo con enorme respaldo tras construir una era dorada en Crusaders, donde ganó siete títulos de Super Rugby, Robertson hoy se encuentra bajo presión en su primera etapa al frente de los All Blacks.
La falta de títulos en el Rugby Championship, competencia que Nueva Zelanda no gana desde la era de Ian Foster, y una gira de Grand Slam que terminó en fracaso tras una contundente derrota ante Inglaterra, encendieron las alarmas en New Zealand Rugby (NZR).
El informe periodístico advierte que las críticas internas no se limitan a desacuerdos por la selección, sino que involucran aspectos más profundos como la comunicación, la confianza, la estrategia y la gestión del plantel. La salida voluntaria de los entrenadores asistentes Leon MacDonald y Jason Holland en los últimos dos años reforzó las dudas sobre el funcionamiento del staff.
NZ Rugby ya inició la revisión oficial de la temporada 2025, cuyos resultados se conocerán a fines de enero. Aunque parece poco probable una salida anticipada de Robertson, la dirigencia enfrenta un dilema: sostener el proyecto o intervenir si el malestar interno persiste.








