Facundo Soler, el elegido por Cutback

Facundo “Facha” Soler, ex-jugador de Los Pumas, el seleccionado de Córdoba y el Tala Rugby Club, fue el elegido para la nota Cutback. Con una conducta intachable en su carrera como deportista, hoy con 37 años de edad cumple el rol de entrenador tanto en su club como en el seleccionado juvenil cordobés.
Facundo comenzó a jugar de grande, ya que se acerco a una cancha de rugby a los 15 años. Desde el primer día eligió al Tala Rugby Club. Se consagro campeón con Los Doguitos M18 y M21 y en el año 1995 fue convocado al seleccionado provincial mayor en donde fue campeón argentino, repitiendo este logro durante 1996, 1997 y 2001. En el año 2002 armó las valijas y partió rumbo a Italia, donde jugó dos temporadas en Pretarca.
El “Facha” como todos los conocen, colgó los botines en el año 2008, jugando en la intermedia de Tala. En el 2009 se hizo cargo de la división M18 de la institución blanca y negra. También en la temporada pasada la Unión Cordobesa de Rugby lo confirmo junto a Juan Trejo como entrenador de los Doguitos (M17), en donde actualmente continúa al frente de este plantel el cual cayó en semifinales ante Buenos Aires el fin de semana próximo pasado.
– Cómo viviste el proceso de estar el año pasado con el Seleccionado M17 y continuar este año con la M18….
– Es bueno, aunque no pudimos jugar mucho ni el año pasado ni este año previo al campeonato. En el 2010 jugamos un solo partido contra Rosario, después con la M23 del Jockey y esa falta de ritmo uno la siente. Tucumán jugó 6 o 7 partidos previos por eso estos chicos llegan con otro ritmo. El proceso es bueno, considero que hicimos cosas buenas y malas dentro de la cancha, pero también considero que muchas falencias se debieron a la falta de entrenamientos y partidos.
– ¿Te da la sensación de que estás transmitiendo a los chicos todo lo que vos viviste como jugador?
– Jugador y entrenador son dos cosas distintas. Uno adentro de la cancha siente que puede hacer algo, y afuera lo único que podes hacer es dar indicaciones, transmitir experiencias, planes de juego. Las dos cosas me gustan y las disfruto.
– ¿Todo esto que estas viviendo es un premio a tu trayectoria deportiva?
– Es una consecuencia de lo que hice como jugador y lo estoy transmitiendo como entrenador. Creo que es un premio al esfuerzo anterior y seguramente si no hubiese tenido buenos resultados como entrenador no me hubieran vuelto a llamar.
– ¿Cómo son tus reacciones afuera de la cancha?
– Siempre se sufre afuera de la cancha porque siempre uno quiere más. Era muy exigente conmigo mismo y ahora lo soy con mis jugadores. Había partidos que ganaba y mi mujer me preguntaba porque salía con cara de enojado, porque podemos hacer más siempre. Creo que si uno no tiene autocrítica no crece.
– ¿Cómo tomaste la noticia cuando te llamaron como entrenador de Los Pumitas?
– La verdad lo tomé con sorpresa, porque no sabía que la Unión de Córdoba me había propuesto. Después se hizo público a través de la Unión Argentina de Rugby, quienes nos confirmaron a mi y a Bernardo Urdaneta. Es una gran responsabilidad, no es lo mismo entrenar a nivel club, que a nivel provincial y ni hablar a nivel nacional.
– Fuiste de a poco, tranquilo, primero entrenador de tu club, luego de los Doguitos y ahora Pumitas. ¿Qué objetivo te has ido planteando?
– Lo tomo con mucha responsabilidad. Primero busque afianzarme con el club, después con el seleccionado cordobés (M18) en donde estoy junto a Juan Trejo. Buscamos trabajar tranquilos y hacer una buena labor. Por suerte contamos con un buen plantel, lamentablemente pudimos llegar hasta las semifinales del Campeonato Argentino.
– ¿Qué opinión te merece el Pladar?
– Es buenísimo. Yo me entrenaba como ellos pero sin la estructura que existe ahora. Lo hacía doble turno y a veces tres turnos por día en forma particular. Lo bueno del Pladar es que entrenan tanto en lo físico y como en lo técnico y esto te permite crecer si o si. Por supuesto que todo depende de la mentalidad del jugador.
– ¿Notás la evolución de los jugadores?
– Sin dudas que es así. Muchos jugadores han evolucionado muchísimo y otros han involucionado. Todo es por la combinación de las dos cosas el Pladar y la mentalidad del jugador. El que no mejoró fue porque el jugador no supo encontrar el camino y no quiso hacerlo. Nahuel Nuñez (juagor de Palermo Bajo) es un chico que mejoró un montón, y hoy no está en el sistema pero su mentalidad hace que se siga entrenando profesionalmente, es positivo para él y para su club.
– ¿Te ves entrenando la primera del Club?
– No no (risas). Hoy por hoy no. Estoy con los seleccionados y me siento más útil estando en las divisiones juveniles.
– ¿Y más adelante?
– Puede ser, quien sabe.
Por Virginia Aráoz