El rally llegó a Tucumán una provincia donde los tackles y los tries son muy populares. Hay varios hombres de rugby en la caravana mágica.
En un país apasionado por el fútbol y donde el deporte motor ocupan también un papel importante, Tucumán es una tierra donde el rugby despierta una pasión similar a la generada en las últimas horas por el Dakar.
Entre los pilotos que ayer llegaron al Jardín de la República hay varios rugbiers y se destaca el ex internacional francés Christian Califano (lleva el número 67), además de otros pilotos con pasado en la ovalada como el mendocino Daniel Merlo (172), que está viviendo su primer Dakar pero fue un promisorio jugador de rugby, tanto que llegó a jugar el Mundial de 1999 con Los Pumitas. Lamentablemente tuvo que terminar su carrera en 2002 debido a una rotura de ligamentos cruzados en la rodilla izquierda.
Otro integrante de la legión mendocina que alguna vez corrió portando la ovalada fue Orly Terranova, hijo, sobrino y primo de destacados rugbiers de nuestra provincia, además de ser protagonista principal de esta competencia.
Llegar a Tucumán también emocionó a Jonatan Perello, el copiloto de Roberto Naivirt en el vehículo 424. Es jugador de Deportiva Francesa, club de donde surgieron dos grandes estrellas de Los Pumas como Rodrigo Roncero y Juan Martín Hernández.
En este Dakar con marcado sabor a rugby no podemos olvidar a Vincent Guandani (82) jugador del Frontenais y participante se su primer raid tras haber diseñado la gráfica de varias motos en ediciones anteriores.
Sin embargo, el más emocionado de todos en el Jardín de la República fue Miguel Reginato. El piloto del vehículo 441 fue presidente de la Unión de Rugby de Tucumán y actualmente conduce a Universitario, uno de los clubes más importantes del interior del país.
“Lo importante es seguir avanzando”, proclama quien llegó a jugar para Tucumán “contra Francia y los All Blacks” en la década del 70. Y aunque tiene 57 años dice orgulloso que sigue “jugando en el equipo de veteranos de Tucumán, los Old Virgins”. Aunque también practicó fútbol y atletismo tiene una extensa trayectoria en el automovilismo, deporte que heredó de su abuelo.
Según su ficha personal su objetivo es “completar todo el recorrido” y su mensaje parece aprendido en esa escuela de vida que es el rugby: “nunca hay que bajar los brazos y siempre hay que ser optimista”.
-Daniel Merlo: El Gordo, como lo conocen sus amigos, se inició en Peumayén y después pasó a Los Tordos donde llegó a jugar en primera (foto). Actualmente tiene 30 años y fue integrante de los seleccionados M19 y M21 de la URC. También jugó el Mundial juvenil de 1999 representando a Los Pumitas.
“Vine varias veces a Tucumán. Es un lugar en el que sabés que te vas a enfrentar a tipos duros, fieros y muy orgullosos”.
-Christian Califano: Tiene 38 años y fue un pilar de primer nivel internacional. Se inició en Toulon y jugó una década en Toulouse antes de probar suerte en Nueva Zelanda e Inglaterra. Con el seleccionado francés jugó 72 tests y dos mundiales.
“Tucumán es el Toulon argentino. He jugado aquí en tres ocasiones con la selección francesa y siempre era un desafío muy duro”.
-Miguel Reginato: Tiene 57 años y aunque sigue jugando en los Old Virgins (el equipo de veteranos de su provincia) tiene una extensa trayectoria como jugador y dirigente en la que llegó a presidir la unión de Tucumán. Hombre de Universitario, también defendió la camiseta naranja de su provincia.
“Estoy feliz de vivir esto en Tucumán. Es emocionante compartir un proyecto como este con mis hijos, Miguel (hijo) y Andrés”.
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