Los Pumas ya transitan la recta final que los conducirá a la Copa del Mundo. El plantel nacional comenzó su preparación definitiva para el debut en el séptimo torneo ecuménico.
El plantel nacional comenzó su preparación definitiva para el debut en el séptimo torneo ecuménico; en nuestro país, 19 rugbiers cumplen con un plan especial, mientras que el técnico Loffreda tiene en cuenta a otros 40 que actúan en Europa; los detalles de un proyecto integral
Aunque sus integrantes estén diseminados por el mundo, el plantel de los Pumas está definitivamente enfocado en la Copa del Mundo 2007. A un año exacto del debut en Saint-Denis, con la tercera aparición consecutiva en el test inaugural ante el anfitrión (en este caso, Francia), el seleccionado argentino empieza a desandar el tramo final hacia una puesta a punto óptima, para llegar al 7 de septiembre del año próximo en su mejor forma, la que le permita hacerle frente a la complicada etapa eliminatoria y así poder acceder, por segunda vez, a los cuartos de final. Esa es la ambición de un conjunto que busca desquite de la eliminación en 2003, casualmente a manos de Irlanda, adversario ante quien volverá a definir su destino en la séptima cita ecuménica de la historia.
El paréntesis en la agenda de compromisos permite llevar a cabo una profunda preparación atlética, que por estos días cumple con su tercera semana con los jugadores de nuestro país, pero cuyo final está previsto para dentro de casi doce meses. Mientras en Europa los torneos dan sus primeros pasos (sólo resta que el de Italia empiece pasado mañana), un grupo de 19 rugbiers del ámbito local trabaja en el marco del sistema de becas y régimen especial de acondicionamiento físico puesto en marcha por la UAR. Tres veces por semana (doble turno los lunes y los miércoles por la tarde), los elegidos por el head-coach Marcelo Loffreda cumplen con las tareas encomendadas por Roberto Chagra, Ignacio Fernández Madero y Jorge Ruiz, miembros del staff de preparadores físicos de las selecciones.
Pero en la carpeta del entrenador nacional hay otros cuarenta rugbiers que emigraron a Europa. "Por llamarlo de alguna manera, es como una preselección de unos 60 jugadores. Tenemos que tomar todas las previsiones; en este año final entran a tallar los detalles y debemos anticiparnos a los imprevistos. Aunque a los de mayor experiencia se les reconoce una ventaja, todos los jugadores tienen las mismas posibilidades", comentó Loffreda.
En la sede de Núñez de CUBA y en el gimnasio SportClub de Unicenter, 17 jugadores de equipos de Buenos Aires (en sus provincias trabajan el rosarino Nicolás Vergallo y el cordobés Genaro Fessia) se esfuerzan en pos de estar a la altura de las exigencias del rugby internacional. "Antes, sin este respaldo, sentíamos cierta desprotección. Esto representa un avance en el rugby argentino. Nosotros, cuando el plantel se junta, sentimos esa diferencia física entre los de acá y los que vienen de afuera; cualquier persona lógica nota eso. No es necesario entrar a una cancha para comprobarlo. Pero este sistema nos da la posibilidad de tener otros tiempos de descanso y así acercarnos a la preparación de los de afuera. Es imposible igualar a los profesionales, pero al menos nos acercamos bastante", explica Pablo Gambarini, a quien la fractura en el peroné derecho no le impide entrenarse mientras completa la rehabilitación.
Uno de los más jóvenes que ha sido incluido en este proyecto es Marcelo Bosch. El apertura de Belgrano, de 22 años, reconoció los beneficios: "Esta es una oportunidad muy importante. Como apoyo es buenísimo; además, el pago de los viáticos (reciben entre 900 y 1200 pesos por mes) nos deja más libertades para las obligaciones y para dedicarle más atención a la preparación."
Con la instrumentación de este esquema, los jugadores locales tienen casi una dedicación full time , pues solamente les queda libre el viernes. El plan físico se diseñó a partir de los sábados, cuando se juegan los partidos; después de cada actuación, tienen que hacer ejercicios regenerativos y los domingos, de manera individual, se les pide que realicen un trabajo aeróbico, "para lavarse y sacarse la acidez residual de ácido láctico que deja el partido", aclara Chagra, coordinador de los preparadores físicos.
Acerca de las "normativas" de la rutina establecida, Chagra expresó: "Nuestra propuesta es acompañar lo que cada jugador hace en su club, de ninguna manera interferir. Por ejemplo, los martes los equipos tienen el entrenamiento más duro, anaeróbico, con una gran deuda de oxígeno. Y para hacer un trabajo de ese estilo es necesario esperar 48 horas; entonces, sería un error que nosotros los miércoles los expongamos a un desgaste importante. Por eso, hacemos una tarea aeróbica, de recuperación. Así pautamos todos los estímulos".
Los resultados están garantizados, y Chagra lo explicó así: "Los chicos de acá nunca van a estar como un jugador profesional; no obstante, el progreso es notorio. Ellos mismos se comparan con sus compañeros de equipo, que no están en este plan, y ven las diferencias. Esto es lo que permite tener un plantel más uniforme, algo fundamental para el entrenador.
"Este -continuó- es un muy buen lugar para entrenarnos (en referencia a SportClub), y noto a los jugadores entusiasmadísimos. No tengo duda de que se van a esforzar por mejorar y evolucionar. Estamos tratando de sumar para que el rugby crezca, para que nuestros jugadores estén mejor. Yo lo llamo una organización inteligente, porque varias mentes piensan mejor que una, y acá hay un equipo que apuntala este proyecto."
3 concentraciones planea hacer Loffreda en Europa; la primera será entre el 1° y el 4 de octubre próximo, en Suiza, con 25 jugadores
La lista de los que sueñan con ganarse un lugar
Los 19 convocados para formar parte del sistema de preparación física en el país son: H. Agulla, J. Arocena, M. Bosch, A. Creevy, Juan y Nicolás Fernández Miranda, G. Fessia, J. Gauthier, P. Gambarini, P. Gómez Cora, J. Gómez, L. López Fleming, E. Lozada, F. Merello, S. Sanz, H. Senillosa, F. Serra, A. Vernet Basualdo y N. Vergallo.
Por Santiago Roccetti
De la Redacción de LA NACION