El capitán de Los Pumas, Felipe Contepomi, se refirió al difícil momento que está atravesando Hernández; aunque no habló de fechas, también dijo que se acerca el final de su carrera y analizó la actualidad del seleccionado nacional: “por los últimos resultados, estamos por debajo de Inglaterra y Escocia”.
Se acerca el tiempo de revalidar la gran epopeya alcanzada hace casi cuatro años. En la travesía por Francia fue uno de los lugartenientes de una generación que llegó a lo más alto. Este año, en Nueva Zelanda, cuando el 10 de septiembre encabece la fila de jugadores que salga a la cancha para enfrentar a Inglaterra, Felipe Contepomi será el emblema de un grupo que tendrá la enorme responsabilidad de sostener a la Argentina en la elite del rugby mundial.
El reconocimiento mundial que los Pumas cosecharon hace cuatro años es inolvidable, pero intransferible; los bronces que relucían sobre el pecho de los jugadores hoy brillan en vitrinas privadas. Aquella bandera que resumió el sentir nacional que se apoyó en la cabecera Norte del Stade de France, ” Ahora el mundo nos respeta. Gracias Pumas” , perdió actualidad. Un nuevo capítulo asoma y múltiples interrogantes se posan sobre el seleccionado nacional.
La última incógnita la despertó la lesión de Juan Martín Hernández, que el último sábado sufrió la rotura de ligamento cruzado jugando con su equipo, el Racing-Métro, por el Top 14, será operado y su recuperación demandará unos seis meses.
¿Se recuperará el crack argentino para participar del Mundial?
“A Juani lo espero hasta las 15.30 del 10 de septiembre, pero las decisiones las toma el entrenador. Una cosa es segura, el rugby argentino lo necesita”, dijo a La Nacion Felipe Contepomi.
Desde Toulon, Francia, el capitán de los Pumas contó que habló con Hernández y lo respaldó de manera enérgica: “Hablé con él el día que se rompió. No nos podemos dar el lujo de perder un jugador de su nivel. La verdad es que lo siento en el alma, Juani es un amigo. No lo descartaría. Es muy fuerte y luchador, sé que va a dar todo por superar este momento y estar en Nueva Zelanda. Se sabe que la rehabilitación es de seis meses, pero con sus ganas y su cabeza puede ser antes”.
A los 33 años, con 13 de experiencia en la selección y con la meta fija en lo que será su cuarto Mundial, el mellizo que nació deportivamente en Newman habló con La Nacion de la actualidad del seleccionado.
-¿Cómo te estás preparando para el Mundial?
-Más que preparando estoy con una gran expectativa. Con muchas ganas, más cuando el final está más cerca.
-¿Te retirás a fin de año?
-No sé cuánto tiempo más jugaré; lo mismo en la selección. Es una sensación nueva, antes no me planteaba el final. Hoy me planteo objetivos cortos. El ciclo de Tati [Phelan, entrenador de los Pumas] llega hasta el Mundial, después se verá si continúa o no. En lo personal tendría que evaluar qué le puedo aportar al seleccionado.
-¿Qué esperás de la concentración que realizarán la próxima semana en París?
-Son tres días nada más, mucho no se puede hacer. Sirve para juntarnos y analizar la etapa de noviembre [victoria contra Italia y derrotas frente a Francia e Irlanda]. Será importante para saber qué es lo que viene y para la organización pensando en el Mundial, aunque también haremos algunos entrenamientos.
-¿Cómo creés que llegará el equipo a Nueva Zelanda?
-Fue una etapa de transición muy larga que aún no terminó. La transición en este ciclo sí está, la base de jugadores para el Mundial también, pero para el rugby argentino la transición continúa. Hoy tenemos 6, 7 u 8 jugadores por arriba de los 30 años, como Mario Ledesma, Rodrigo Roncero… Me gustaría ver cómo estamos el 1° de julio. Después de trabajar un tiempo juntos, vamos a ver nuestro potencial.
-Pichot dijo que acceder a la 2» ronda en Nueva Zelanda sería un éxito, ¿coincidís?
-Hay una realidad, por los últimos resultados, estamos por debajo de Inglaterra y Escocia. Es nuestra realidad. Pero soy positivo y pienso que con una buena preparación podemos dar pelea. Si Inglaterra mantiene el nivel que está mostrando en el Seis Naciones, será difícil. Pero Escocia atraviesa un período como el nuestro, sólo tiene mayor competencia. Agustín es realista. Vamos a trabajar de la mejor manera para llegar lo más alto posible; no vamos a pasear a Nueva Zelanda.
-¿La falta de competencia es lo que más te preocupa?
-Es uno de los factores, pero es algo que viene desde hace años. Lo que más me preocupa, si bien el año que viene jugaremos el Tres Naciones, es que no sé si estamos preparados estructuralmente. Será muy dura nuestra inclusión en esa competencia, pero sé que es algo que nuestro rugby necesita para seguir creciendo. Ahora, lo que me genera mayor preocupación es la incertidumbre de los jugadores que juegan en la Argentina.
-¿Qué sentimientos te despierta ser capitán en un Mundial?
-Estoy tranquilo, con muchas ganas, disfrutando cada momento. Pero la verdad, hasta no estar en Nueva Zelanda, no quiero ni pensar en eso. Estoy disfrutando los últimos pasos dentro del rugby y quiero llevar a los Pumas a lo más alto. Va a ser una zona durísima, además de enfrentar a Inglaterra y Escocia, tenemos a Georgia y Rumania, los países que más crecieron en los últimos años. Serán cuatro finales. Lo único que podemos controlar es la preparación, tenemos que buscar la perfección en ese sentido.
-Después de ser los verdugos de Francia en su propio Mundial, soñás con la posibilidad de repetir contra los All Blacks.
-¡Jugar con los All Blacks en Nueva Zelanda no es lo ideal para nadie! En cuartos puede pasar cualquier cosa.
Luego de la revolución que causaron en Francia, restan seis meses para que empiece una nueva misión. Como en aquella oportunidad, los Pumas enfrentan al destino embanderados en su inquebrantable espíritu.
“Vamos a trabajar de la mejor manera para llegar lo más alto posible; no vamos a pasear a Nueva Zelanda.”
Por Santiago Dapelo
LA NACION
La ausencia de Furlong significa que el pilar derecho de Leinster no participará en el último partido internacional de Irlanda de noviembre, ya que continúa luchando con una...
Leer Más