Luego de un histórico 2005, cuando se coronó en las cuatro divisiones superiores, Athletic no se clasificó a semifinales.
Es difícil de explicar el momento que vive hoy el plantel superior de Córdoba Athletic. Es que después de un 2005 plagado de gloria, cuando no sólo volvió a reinar en Primera venciendo en la final a Tala, sino que también se coronó en Intermedia, Pre-Intermedia y Menores de 20, no pudo alcanzar las semifinales de la Copa Kadicard.
La eliminación, que fue junto a la victoria de La Tablada en el clásico ante Tala la gran noticia del fin de semana, se veía venir desde la derrota frente a los blanquinegros en la fecha anterior. Los de barrio Jardín sabían que se jugaban la última carta en Villa Warcalde y dejaron la vida en la cancha. El marcador adverso los dejó a merced de resultados ajenos que al final no se produjeron en la última jornada. El domingo, Athletic fue una sombra. Golpeado, no tuvo respuestas ante Jockey de Villa María.
"No sólo no hemos alcanzado los objetivos que nos pusimos este año, que era mejorar el juego, sino que fuimos claramente para atrás. Son diferentes razones las que contribuyeron a que este año sea muy difícil", explicó Damián Rotondo, uno de los entrenadores del plantel superior.
Una de las razones que hizo complicado el desarrollo deportivo de los ingleses fue la ausencia de jugadores clave por partidas al exterior, lesiones y suspensiones.
Sólo en la primera línea, Athletic perdió a cuatro hombres: Matías Narváez y Leandro Poloni se fueron a jugar afuera; Dante López sufrió una grave lesión y Felipe Libeau dejó de jugar por motivos personales. Tomás Ferrer estuvo lesionado gran parte de la temporada, al igual que Christian Barrea y Andrés Guillamondegui. A esto se suma la suspensión de Martín Bustos Moyano.
Igualmente, con el muy buen plantel que tiene la institución de Jardín Espinosa, las ausencias podrían haberse camuflado y no hubiera sido utópico volver a estar en la pelea. "El equipo se relajó un poco y siempre pensamos que el torneo nos daba una nueva oportunidad. A pesar de que se dice que en Córdoba se juega mal, es difícil ganar. Nadie te regala nada y los partidos son sumamente duros. Por otro lado, casi todos los partidos que perdimos, lo hicimos sumando punto bonus. Todos los encuentros en los que llegamos ajustados al final los perdimos. Eso fue un problema que no supimos resolver, que también puede deberse a la desesperación de los jugadores para obtener buenos resultados", agregó Rotondo.
El presidente de la subcomisión de rugby de Córdoba Athletic, Manuel Fernández, coincidió totalmente con Rotondo y agregó que al equipo le faltó "cohesión y volumen de juego", lo que no le permitió llegar al objetivo de mínima que era estar en semifinales.
El campeonato aún no está terminado, y Athletic debe afrontar dos encuentros para definir su posición final en la Copa Kadicard. "Para nosotros no es lo mismo ser quintos u octavos, y esto vamos a trasladárselo a los jugadores, que hoy están golpeados por no estar en la pelea. Igualmente, y a pesar de lo malo de no poder revalidar el título que tanto nos costó conseguir, hay que mirar el lado positivo. Las ausencias nos han posibilitado poner en cancha a muchos juveniles, que el año que viene van a estar mejor preparados y seguramente volveremos a estar en la pelea por el título", finalizó Damián.
Fuente: La Voz del Interior – Suplemento Rugby & Golf