La competición más importante de Europa llegará a su fin y este sábado se conocerá al campeón del Seis Naciones. Los postulantes son dos: Inglaterra, líder del torneo y con grandes posibilidades de alzarse con el trofeo, y Gales.
Para llegar a semejante definición entre dos seleccionados la cuarta fecha aportó lo suyo, porque arrojó algunos resultados inesperados y partidos con un alto grado de dramatismo.
Lo que viene. La jornada decisiva, a desarrollarse íntegramente el sábado, se abrirá con el duelo entre Escocia e Italia, los cuales dirimirán quién se quedará con la Cuchara de Madera (los tanos tienen dos puntos, mientras que el Cardo no han podido sumar), premio que se le entrega al seleccionado que termine en la última posición del torneo. La Azzurra está entonada tras el resonante éxito ante Francia e intentará cerrar su participación bien arriba. Los escoceses tienen el incentivo de saber que a lo largo de la competición han dado muestras de tener un juego desequilibrante, pese a que los resultados no lo indiquen.
Luego llegará el turno de los partidos más interesantes de la jornada: Irlanda-Inglaterra y Francia-Gales. Porque serán los que repercutirán directamente a la hora de la coronación. La Rosa sólo necesita un triunfo que le sirva el campeonato y, también, el Grand Slam. En tanto que el Dragón está obligado a golear a Les Bleus en el Stade de France (algo que no logra desde 2005), y esperar un traspié del líder para igualarlo en puntos y definir por diferencia de tantos. Actualmente, los de Johnson po-seen una diferencia considerable (67 contra 25). Con esta apasionante definición se pondrá fin a la undécima edición del Seis Naciones. La gloria, sólo para uno.
Por: Sebastián Maidana
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