Fullback y figura, Juani habla de un tour “casi excelente”. Admite que Francia tenía miedo y que, por ahora, resigna su sueño de ser el 10. Lo que más extrañaba luego de tres semanas de gira con Los Pumas, dice, era el confortable sillón de su living. Allí es donde aterrizó toda la tarde del domingo. A Juan Hernández, la vuelta a casa le dolió menos que a la mayoría: vive y juega en París, donde el sábado cerró el tour con derrota 27-26 ante Francia. Durmió hasta el mediodía, saltó al sillón y… "Me vi de corrido Nueva Zelanda-Gales y Australia-Escocia. Para descansar del rugby…", dice y se ríe de sí mismo. Juani jugó los tres tests de fullback todos infiltrado, por una pequeña fisura en una costilla y se convirtió en uno de los puntos altos del seleccionado. Es reconocido por propios y extraños; lo elogian, lo miman, dicen que está entre los mejores del mundo. El, de puro perfil bajo, la patea afuera en esos temas. Si se trata de la gira y del momento de Los Pumas, el ex Deportiva Francesa va al frente: "Quedó claro que somos un equipo al que deberían temerle todos. Salvo los All Blacks, que están en otro nivel. Somos un seleccionado para tener en cuenta y no para subestimar, como alguna vez nos pasó", le afirmó a Olé.
¿Cómo calificás la gira?
Casi excelente. Con una victoria contra Francia habría sido la mejor de la historia, ¿no? Aunque yo soy bastante exigente, así que también incluyo en la calificación el partido contra Italia: muy flojo, no lo tomamos tan seriamente como Inglaterra, nos relajamos.
¿Qué te dejó la derrota por uno con Francia?
Algo de bronca porque perdimos ahí nomás. Y da bronca hacer el esfuerzo y quedarte en el casi lo ganamos, casi lo levantamos.
Vos estás mal acostumbrado porque apareciste en el 2003, cuando Los Pumas empezaron a ganar más seguido…
Sí, es cierto. Tengo una anécdota con eso. Yo debuté contra Francia, en Vélez, y luego viajamos a Sudáfrica. Perdimos por uno y me puse a llorar en el vestuario. Albanese me vio y me dijo: "Todavía no sabés lo que es esto. ¿Sabés cuántos partidos así tenemos nosotros encima?".
¿Quedaste conforme con lo rugbístico?
Muy conforme, por lo que se hizo y lo que vimos que podemos hacer. Hay potencial para mejorar: ojalá tengamos el tiempo, las prácticas y los partidos necesarios para estar juntos.
¿Por momentos, como con Francia, no se quedaban cortos de variantes? Era puro maul, más allá de que funcionó.
Creo que sí, pero eso se fue revirtiendo. Estábamos lejos en el marcador (9-27), buscábamos acercarnos y ellos estaban bien parados. Nos preguntábamos cómo lo levantábamos. Entonces recurrimos al maul y a buscar el line para forzar infracciones y empezar a sumar. Fue un tema táctico más que de limitaciones. Llevar a Francia 40 metros con el maul también es jugar bien.
¿Cambió la consideración hacia Los Pumas?
Mirá, acá en Francia nos tenían miedo. Se les notaba el nerviosismo, más con la presión que les puso la prensa. Un diario en la semana tituló: "Prohibido perder". Si les ganábamos los mataban. Los ingleses nos respetaban mucho. También tenían necesidad de ganarnos pero no pudieron.
¿Te sorprendió haber sido fullback titular en los tres tests pese a la vuelta de Corleto?
No me pareció raro. Yo venía jugando de fullback en Los Pumas y en Stade Francais, donde también está Nani. Tal vez sorprendió que no lo hayan probado en algún momento. Pero Nani no necesita pruebas, Loffreda lo conoce.
Tu sueño es jugar de apertura, tu puesto, pero evidentemente todos te prefieren de fullback.
Exactamente. Y después de tres años de jugar de 15 ya no me da el tiempo para desarrollarme y prepararme para jugar bien como apertura antes del Mundial.
¿Te resignaste?
Por lo que queda de esta etapa estoy conciente de que soy fullback. Hasta mi preparación personal está apuntada a mejorar las habilidades del puesto. Lo que pase después del Mundial será otra cosa.
O sea: no es una resignación para siempre.
Noooo. Voy a seguir buscando mi desafío.
Por EZEQUIEL IRIBARREN