Ayer por la noche, Lino Pérez dejo de estar con nosotros. El hombre de Banco Nación no estaba bien físicamente y los 72 años de edad, falleció.
Lino Pérez hizo todo lo que un hombre, esencialmente de rugby, hace casi desde la cuna: vive con pasión el deporte; el que enseña a compartir con los amigos; como jugador, entrenador, dirigente; con los que utilizan las mismas camisetas; con aquellos que lucen otros colores.
Su familia, sus hijos, su casa; fueron los pilares de una vida ejemplar; Banco Nación, el club de sus desvelos; disfrutó el gran momento deportivo de Hugo Porta, el símbolo del rugby argentino, desde las entrañas mismas de la cancha pegada a la avenida General Paz, hasta la mudanza a Benavídez.
Durante años, discutió, propuso y consiguió cosas importantes desde los escritorios de la UAR, que presidió en el 93-94; dio lucha, desde el lugar del dirigente sano, cuando era necesaria darle forma al reclamo justo.
Lino Pérez tenía 72 años; no estaba bien físicamente, pero nunca bajó los brazos; el rugby siempre le dio fuerzas para no darse por vencido; justamente su incansable andar fue su forma de vida.