Lucas Borges vio el primer partido de Los Pumas en el Mundial, como muchos otros argentinos lo hicieron en Buenos Aires. Se lamentó por la derrota y fue se fue a jugar con su actual club, Pucará, como el resto de sus compañeros.
Sin embargo algo intuía. El fin de semana se estaba yendo cuando en la noche del domingo recibió el llamado para que se subiera al primer avión con destino a Nueva Zelanda.
“Sabía que había alguna posibilidad”, dijo Lucas, ya desde Dunedin, sobre sus chances de incorporarse a Los Pumas, tras la lesión que sufrió Gonzalo Tiesi a los 35 minutos del partido entre argentinos e ingleses, del sábado pasado.
“Todavía estoy con algunos problemas con el sueño, pero me acomodé rápido”, comentó el wing que apenas podrá estar un día en Dunedin, ya que la delegación de está mudando a Invercargill para disputar su segundo choque del torneo ante Rumania, el próximo sábado.
Borges estuvo dentro del plantel argentino que se preparó para la Copa, pero quedó afuera en el último corte que hizo el entrenador Santiago Phelan.
“Me hubiera gustado quedar entre los 30 iniciales, pero estoy muy feliz de sumarme al equipo, no es de la mejor manera porque un amigo se lesionó, pero los conozco a todos bastante, tanto los viejos como los más nuevos, y me han hecho sentir muy cómodo desde mi llegada”, aseguró el nuevo integrante del plantel.
Lo que pasó y lo que viene
Borges se refirió a la producción de Los Pumas ante Inglaterra al decir que “lo hicieron muy bien. Particularmente no me sorprendí, todo lo contrario, confirmaron lo que yo esperaba de ellos porque los que estamos adentro sabemos el trabajo que se hizo hace tiempo, tal vez el resto de la gente se sorprendió un poco más en nuestro país”.
Sobre su aporte al equipo, el polifuncional back que en su club actuó como centro, remarcó que “yo estoy para lo que me necesiten, desde donde sea y cuando sea, dentro o fuera de la cancha, sólo vengo a sumar”.
Mientras que a la hora de hablar del próximo rival de Los Pumas, Rumania, Lucas resaltó que “va a ser un partido durísimo porque ellos ya demostraron lo que tienen ante Escocia y le jugaron de igual a igual durante buena parte del encuentro”, y además agregó que “las condiciones climáticas en Invercargill, lo van a emparejar todo porque con viento y posiblemente lluvia, es difícil imponer un juego de pases, que es donde nosotros podemos sacar más ventaja; creo que va a ser un partido físico y rudo”, concluyó.
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