La fase de grupos de la Copa Mundial de Rugby 2011 llega a su punto más alto con la pugna por la clasificación a los cuartos de final.
Pero hay otras naciones que aún aspiran a la tercera plaza de su grupo, lo que les garantizaría un puesto en la RWC de Inglaterra 2015.
Sin opciones de avanzar a la fase final en 2011, ya pueden centrarse en un objetivo a largo plazo para ser más competitivas en la RWC 2015 y quizás aspirar a los cuartos de final en esa ocasión.
La Rugby World Cup 2011 ha mostrado que la brecha es cada vez más estrecha entre el juego de las naciones líderes y las que están en desarrollo, como Georgia, Rumania, Canadá, EE.UU., Japón o Samoa, que con sus mejores equipos han dado más de un susto.
Rumania ganaba el partido a Escocia a falta de 10 minutos para el final; Georgia también se lo puso difícil a los escoceses e ingleses; Canadá y Japón iban igualados con Francia antes del último cuarto de partido; EE.UU. hizo un gran partido ante Irlanda y Samoa dio otro susto en la RWC a Gales.
Los mal llamados pequeños, estuvieron decididos a brillar, provocar un momento destacado en el torneo, y hacer disfrutar a los seguidores de todo el mundo con su espíritu y compromiso, dando la razón al entrenador de Inglaterra Martin Johnson cuando comentaba que “eres un tonto si subestimas a alguien en la RWC 2011”.
Las estadísticas apoyan lo que se ha visto en los estadios. Los partidos entre equipos del Tier 1 y el Tier 2 durante la primera semana en Nueva Zelanda dejaron un promedio de 21 puntos de diferencia en los marcadores, un dato significativamente menor que los 45 de media en la RWC 2003 y los 41 en la RWC 2007.
Aún hay marcadores abultados, como los triunfos de Gales y Sudáfrica por más de 80 puntos contra Namibia, pero para Mark Egan, Director de Rendimiento y Desarrollo de la IRB, las señales son prometedoras y se va en la dirección correcta.
Mejoras visibles
“Creo que estamos empezando a ver que los programas de inversión de la IRB y las iniciativas de Alto Rendimiento están comenzando a madurar”, admitió Egan.
“Lanzamos la primera fase del ciclo de inversiones en 2006, que constó de 30 millones de libras en un programa de tres años. Ahora estamos en la segunda fase, con 45 millones de libras en cuatro años, incluyendo el próximo año. Este dinero se reparte entre 25 Uniones, incluyendo los países del Tier 1”.
“Creo que los medios y los aficionados de todo el mundo están viendo un mejor rendimiento y eso se debe a la más adecuada preparación de los jugadores de los países de las Islas del Pacífico, Georgia, Rumania, Rusia, Canadá o EE.UU.”.
“Todos están en un buena forma y tienen programas de acondicionamiento. Hemos invertido mucho dinero en la gestión de los equipos. Cuentan con un apoyo técnico correcto para mejorar su en preparación, con entrenadores de forwards, de técnica, apoyo deportivo y programas de nutrición”.
“Creo que estamos empezando a consolidar los programas. Todavía tenemos un largo camino que recorrer para mantener este impulso. Creemos en los jugadores y entrenadores de las Uniones del Tier 2 que han tenido un gran rendimiento”.
“Sabíamos que esta mejora en la competitividad iba a llegar, pero algunos equipos nos han sorprendido. El rendimiento de Rumania ante Escocia en su primer partido, perdiendo solo por 10 puntos y estando por delante en el marcador a falta de siete u ocho minutos, fue muy bueno, y eso que fue el último equipo en clasificar para la Copa Mundial de Rugby”.
“Esto simplemente demuestra que cuando unes a los mejores jugadores de equipos del Tier 2 y les das una buena preparación, pueden ser muy competitivos”.
Motor económico del rugby
“Necesitamos tener más jugadores compitiendo en las ligas profesionales por todo el mundo, no solo en Europa. Estaría bien ver a más jugadores de las Islas del Pacífico, EE.UU., Canadá o incluso de Georgia jugando en las franquicias de Super Rugby”.
“La IRB revisa sus programas de inversión cada año, pero la mayor revisión ocurre tras cada ciclo de la Rugby World Cup, para asegurarnos de que las Uniones continúen recibiendo la ayuda y el apoyo que necesitan de forma individual”.
“Acabando tercero se consigue la clasificación automática para la Copa Mundial de Rugby 2015 y, desde una perspectiva de los programas de la IRB, dichos equipos que califiquen se les dará prioridad en nuestro programa de inversiones porque sabemos que tendrán que ponerse a trabajar cuanto antes para prepararse para la próxima RWC”.
“Necesitamos estar muy centrados en la inversión. Tenemos una cantidad limitada de fondos, a pesar de que la RWC es nuestra principal fuente de ingresos, es el motor económico de nuestro deporte”.
“Generamos 122 millones de libras en la RWC en Francia, pero llevamos gastados 150 millones de libras en el ciclo de cuatro años hasta 2012”.
“Necesitamos ser muy cuidadosos acerca de dónde gastamos el dinero. Tenemos 117 Uniones miembro que requieren de nuestro apoyo, desde la Unión de desarrollo más baja hasta las Uniones de Alto Rendimiento”.
“Ahora mismo estamos trabajando en 25 Uniones, y eso incluye a las Uniones del Tier 1. La gente tiende a olvidar que también ayudamos de forma significativa a Argentina: damos 1.25 millones de libras al año para financiar totalmente sus Programas de Alto Rendimiento, las cinco academias regionales y los 200 jugadores que pasan cada año por ellas”.
Un legado duradero
“Tenemos que fijarnos en el resultado de cada rendimiento que podemos dar y también en las estructuras de cada Unión. Es un enfoque integral de cómo podemos ver crecer a una Unión. También tenemos que fijarnos en el rendimiento durante la RWC porque al final es lo que supone los ingresos al deporte”.
La IRB también ayudó a financiar una Academia Nacional de última generación en Georgia y a unas instalaciones de Alto Rendimiento en Samoa, que ayudó a ambas selecciones a prepararse para la RWC 2011, y donde se disputaron otras competiciones como la Pacific Rugby Cup, la Pacific Nations Cup, la Nations Cup o la Americas Rugby Championship, para proveer el mejor nivel de competición en estas naciones emergentes.
Equipos de la talla de Georgia, Samoa, Tonga o Rumania se han beneficiado de la práctica de la IRB de colocar a entrenadores experimentados en estos países, y no sólo en los países de mayor nivel.
“Por ejemplo, Aussie McLean y Tom Coventry con Samoa, John McKee con Tonga, Steve McDowall con Rumania, o Richie Dixon con Georgia. Actualmente financiamos esas contrataciones, parcial o totalmente, dependiendo de la situación”.
“Cuando llegamos al acuerdo, parte de él consistía en que estos técnicos trabajarán con otros entrenadores, los de M20, con los técnicos de los clubes y que tendríamos nuestros propios programas”.
“El Programa de Optimización de Talentos para entrenadores, particularmente creado para las naciones del Tier 2. Se realiza cada año en Stellenbosch, Sudáfrica, durante 10 días. Nueve entrenadores de la RWC 2011 han estado en este curso, incluyendo a Isitolo Maka y Sam Domoni, entrenadores de Tonga y Fiji”.
“Esto debe suponer que los entrenadores extranjeros que vienen y trabajan con las uniones del Tier 2 puedan dejar su legado. No solo sobre el equipo nacional, se trata de dejar una herencia en el país para cuando vengan otros entrenadores”.
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