El árbitro cordobés Javier Mancuso tuvo un destacado desempeño en el Mundial juvenil realizado en Belfast, Irlanda.
El arbitraje es, tal vez, una de las tareas más ingratas que se puede desarrollarse en el mundo del rugby. A pesar de los anuncios que en la mayoría de las canchas exponen "el árbitro siempre tiene razón, si no lo piensa así no asista a una cancha de rugby", abundan los reproches hacia los encargados de imponer justicia que, dicho sea de paso, nacieron en el seno del rugby y abrazan con pasión el referato.
Pero el esfuerzo y la dedicación permanente tienen su recompensa. Javier Mancuso, número uno en el ranking cordobés y árbitro de la final de 2006 entre Tala y La Tablada, fue designado para dirigir el Mundial Sub 19, que concluyó el sábado pasado en Belfast, Irlanda, y cumplió una destacada actuación.
Mancuso estuvo presente en todas las jornadas y fue el árbitro principal de Rumania-Georgia, Tonga-Islas Cook, Japón-Samoa, Italia-Estados Unidos y Tonga-Uruguay. "Haber sido designado fue la más grande satisfacción que he tenido en el referato. La tomé con mucha alegría, por supuesto, pero con mucha responsabilidad, ya que estuve representando al arbitraje cordobés y argentino", manifestó Javier.
¿Cómo fueron los partidos que dirigiste?
El primero fue Rumania-Georgia. Partido durísimo, muy difícil por el contacto físico y la barrera idiomática. El segundo, Tonga con Islas Cook, fue el más complicado, porque hubo una diferencia muy amplia a favor de Tonga, y en esta clase de partidos te desconcentrás muy fácilmente. Después me tocó Japón ante Samoa, partido por el Grupo A, donde se notan claramente las diferencias técnicas, físicas y tácticas con respecto al Grupo B.
Posteriormente me designaron para la semifinal del Grupo B entre Italia y Estados Unidos. Como todo partido definitorio, fue duro, áspero, pero lealmente jugado. Finalmente, arbitré Tonga y Uruguay por el quinto puesto.
Seguramente tuviste posibilidades de intercambiar experiencias con árbitros de diferentes lugares del mundo. ¿Qué tipo de apoyo tienen y comparado con el que se recibe en Argentina?
Hay diferencias amplias. Detrás de ellos hay una estructura profesional muy importante que los sigue de cerca. Pero nosotros, sin esa estructura, no estamos lejos. Soy el producto de la estructura anterior, de los ODR oficiales de desarrollo que fue lo que hizo que mi referato mejorara y el de muchos árbitros también. El sistema de intercambios, que nos posibilitó dirigir en todo el país, aprender de diferentes formas de juego fue muy buena en su momento. Este sistema de enseñanza, que hoy no se aplica por razones estrictamente económicas, fue lo que me permitió tener una tarea aceptable en el Mundial, y es la forma con la cual se trabaja con los árbitros en el resto del mundo. Pienso que tenemos que hacer un esfuerzo para volver a tener ese sistema de desarrollo que demostró ser exitoso.
¿Cómo está considerado el árbitro argentino en el mundo?
Nos tienen un buen concepto, pero nosotros sabemos que debemos mejorar en muchos aspectos para poder competir en serio contra estructuras que nos superan ampliamente. Podemos pelear, pero no es lo ideal. Con las ganas y el ímpetu no basta, ayuda y mucho, pero no es suficiente.
Un apasionado del arbitraje. Este soltero de 34 años, estudiante de medicina, se conectó con el rugby a través de sus hermanos que jugaban en Taborin y Barrio Parque. Empezó a jugar a los 17 pero posteriormente decidió mudarse al arbitraje. "En el Torneo del Interior, donde realicé mi carrera deportiva, no había árbitros, por lo tanto cada club ponía una persona que hiciera el curso para poder dirigir el domingo. Así empecé", recuerda Mancuso.
En sus años como árbitro tuvo buenas y malas: "Dirigir la final de la Copa Kadicard fue una satisfacción enorme y estar parado tres meses por una lesión la mayor tristeza".
¿Te planteaste en algún momento dirigir en el exterior, como lo hace actualmente Daniel Jabase?
Sí, pero el objetivo es realizar paralelamente una especialidad en medicina. Igualmente no he tenido ninguna oferta de ese tipo.
¿Cómo ves el arbitraje en Córdoba?
Más que bien. De las últimas cuatro designaciones a mundiales, tres han sido para cordobeses. Estamos para aumentar el número de referís en la Unión Cordobesa de Rugby (UCR). Hoy contamos con ocho árbitros de Primera División. Cinco años atrás éramos sólo tres. Desde que se cayó la estructura rentada de la Unión Argentina, la UCR no dudó en mantener la política anterior, obviamente adecuándose a su estructura. Los resultados se están viendo, pero sin dudas tenemos mucho para mejorar.
Fuente: suplemento Rugby&Golf (Diario La Voz del Interior)