Mario Ledesma, el jugador argentino con más presencias en Mundiales, sabe que el partido ante los All Blacks es histórico, por eso lo vive como tal y asegura que, gracias a su experiencia con Los Pumas “puede medir la dimensión de ese evento, como equipo y como país”.
Puede ser el último partido con Los Pumas para el histórico hooker, que debutó con esta camiseta el 18 de septiembre de 1996 ante Uruguay, pero que manifestó que el encuentro ante Nueva Zelanda el domingo no tendrá precedente alguno en toda su carrera con el Seleccionado Argentino. “Este partido va a ser único. Estoy cerca de retirarme y tengo la suerte de poder hacerlo con Los Pumas en un Mundial, y si Dios quiere, lo más lejos y tarde posible. Lo considero único y me siento muy privilegiado de estar acá”.
Es su cuarta Copa del Mundo – estuvo también en Gales 1999, Australia 2003 y Francia 2007 – y la vive con la misma pasión y dedicación que las demás: “Estoy muy contento de poder estar acá en Nueva Zelanda y jugar los cuartos de final contra los All Blacks. Es impresionante. Al tener unos cuantos años en esto, me doy cuenta de la dimensión que tiene, como equipo y como país”.
El entusiasmo que despertó en los hinchas argentinos el próximo partido se hace sentir, y también lo sienten los propios jugadores que, concientes de lo que significa enfrentar al mejor equipo del mundo en su casa y en un Mundial, lo viven de manera especial.
“Imagino que el himno será un momento de comunión entre la gente y nosotros, donde también surgirán los recuerdos y el sacrificio y esfuerzo que hicimos para venir acá”, declaró Ledesma, y se refirió a la tradicional danza neozelandesa previa a cada partido: “El Haka no me genera mucho. Está buenísimo, lo veo cuando lo pasan por televisión y me encanta, pero no me da ni bronca ni miedo ni nada de eso. Tengo ganas de ver, disfrutarlo y listo”.
“Estos momentos los comparto con mi familia, con mis papás y Pedrito mi hermano, que me vino a ver. Mis otros hermanos, que están en Argentina, y sobre todo, con mi mujer y mis hijos. Para ellos también es un esfuerzo muy grande este, pero por suerte los tengo muy presentes y muy cerca de la hora de entrar a la cancha”.
Más allá de la emoción que genera enfrentar a los All Blacks, el plantel y el staff lo prepararon con la misma dedicación que a los anteriores partidos y analizaron profundamente cómo jugarle al equipo de Graham Henry para lograr quebrarlo y alcanzar la gloria: “Tenemos que tomar la iniciativa del partido para poder llevarlo al ritmo que más nos conviene a nosotros. Quedarnos cerca de ellos en el score durante la mayor cantidad de tiempo posible, para que ellos empiecen a ponerse nerviosos y dudar. Si nosotros podemos hacer que se aburran y así anestesiar el partido, mejor todavía”.
El próximo capítulo de la historia del rugby argentino se escribirá el domingo, pero pase lo que pase, la historia de Ledesma en Los Pumas no va a cambiar de rumbo: ya es gloriosa.
UAR
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