El peso y las expectativas de todo un país recaen en los All Blacks, ante el choque contra Australia por un lugar en la final de la Copa Mundial de Rugby 2011. Algo que el entrenador asistente Steve Hansen se toma con calma.
“Diría que es como hace cuatro años”, afirmó, aludiendo a la decepción que supuso la eliminación de Nueva Zelanda en la RWC 2007 en los cuartos de final ante Francia. “Todo el mundo siente presión, el tema es cómo reaccionar ante eso. Estamos muy entusiasmados y esperando que llegue el desafío de la semifinal. No hay nada más grande que eso. Es la forma en la que puedes manejar la presión, y controlarla. Si no, ella te controla a ti”.
Como uno de los hombres que acompañó al entrenador Graham Henry en Cardiff hace cuatro años, Hansen tiene la experiencia de los que es un match a todo o nada. “Es un partido enorme, claramente, y el ganador seguirá adelante”, afirmó en conferencia de prensa el jueves.
Preparación mental
Hansen, que también entrenó a Gales en la RWC 2003, comentó que la preparación es la clave. “La preparación tiene que ser totalmente sincera, cada uno tiene que trabajar sobre la mentalidad y asegurarse de que el plan de juego está claro”.
“Una vez que tienes claridad, puedes tener intensidad y conocer tu objetivo, así logras llegar a la precisión. Si podemos conseguir hacer esas cosas, entonces tenemos el camino para salir adelante en la noche del domingo”.
Mientras afirmó que algo de la claridad del juego quedó interrumpida por la plaga de lesiones en los nuevos llegados al plantel de Nueva Zelanda, Hansen cree que Aaron Cruden, Stephen Donald o Hosea Gear son capaces de aprender rápidamente.
La simplicidad es la clave
“Obviamente los dos forwards han hecho mucho trabajo y Gear acaba de llegar. Tendremos que hacer mucho trabajo si son nombrados pero tenemos que jugarn un juego sencillo”, afirmó. “Queremos ser lo más sencillos posibles, que no sea algo demasiado difícil para aprender. Es solo cuestión de entenderlo”.
Hansen también cree que la responsabilidad está en los jugadores más experimentados del equipo para ayudar a lo nuevos en el plantel, particularmente en una posición tan importante como la de apertura.
“Como pasó cuando Dan Carter estuvo lesionado, los chicos estuvieron junto a Cruden y Slade para ayudarles y hacerlo un poco mejor”, comentó. “Esta semana, ocurre lo mismo. Tus mejores jugadores en los grandes partidos tienes que jugar como los mejores. No pueden darse el lujo de no estar a la altura. Eso es lo que va a pasar el domingo”.
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