El entrenador de Francia, Marc Lièvremont, expresó temor de que el equipo francés pueda repetir los errores que le costó la Rugby World Cup hace 12 años cuando exageraron las celebraciones tras su triunfo en la semifinal.
Lièvremont criticó a algunos de sus jugadores el domingo por haber salido por la noche tras el triunfo ante Gales el sábado por la noche.
El ex tercera línea francés lo comparó con su propia experiencia de 1999, aunque cree que en esta ocasión no afectará las oportunidades de Francia de ganar la Copa Webb Ellis. Lièvremont participó como jugador del épico triunfo ante Nueva Zelanda 12 años atrás y también fue parte del XV que sufrió la subsecuente derrota por 35-12 ante Australia en la final.
Hablando de las celebraciones de sus jugadores tras el triunfo del sábado, Lièvremont dijo: “El problema es que no somos los campeones del mundo todavía; solo nos clasificamos para la final. Esto me recuerda a la RWC 1999 cuando se celebró el triunfo de la semifinal durante cuatro días”.
Oídos sordos
Lièvremont le dijo a sus jugadores el domingo por la mañana que eran “egoístas y desobedientes”, pero también reconoció que “un cigarro, un postre o unos tragos” no tendrán un impacto significativo en el rendimiento de la final. Se acostó por la noche de buen humor tras el triunfo por 9-8 en el Eden Park, pero todo cambió cuando se enteró del comportamiento de sus jugadores.
“Le pedí a los jugadores que no saliesen y después me enteré de que algunos habían salido igual. Hablamos de eso esta mañana y les expliqué lo que pensaba de ellos, les dije que habían sido egoístas, desobedientes y que llevan cuatro años agotando mi paciencia. Pero al fin y al cabo no le quita importancia al hecho de que estamos en la final”, declaró.
El entrenador, que dejará su cargo tras la RWC, tenía planeado ver la segunda semifinal entre Australia y Nueva Zelanda por televisión el domingo por la noche y dijo que el resultado de ese partido sería determinante a la hora de decidir si hará cambios al XV inicial pensando en la final del domingo.
El coach francés sostuvo que le gustaría jugar contra el anfitrión en lo que sería una reedición del partido inaugural de la final de la RWC 1987 en la que Nueva Zelanda derrotó a Francia por 29-9.
“Para mí sería un sueño jugar contra los All Blacks en la final”, reconoció Lièvremont, quien buscará ser el primer entrenador francés en levantar la Copa Webb Ellis.
Arbitraje acertado
Lièvremont también agregó que había visto el partido ante Gales una segunda vez y se quedó impresionado con la manera en la que su equipo aguantó los ataques del XV galés. “Utilizamos todo en la armería francesa para ganar este partido”, agregó el entrenador.
También se mostró convencido de que la decisión de expulsar al capitán de Gales, Sam Warburton por un tackle peligroso fue correcta al señalar que “la expulsión fue completamente justificada y no es culpa mía si hay gente que no esté de acuerdo”.
David Ellis, el entrenador de defensa de Francia, reveló que los jugadores franceses hablaron en el descanso acerca de la dificultad de jugar contra un equipo galés reducido a 14 hombres.
“Los galeses tienen un gran carácter y me parece que hicieron un segundo tiempo fantástico”, dijo Ellis, “estuvieron cerca de ganar el partido”. “Pero hacia el final fuimos muy disciplinados y la última secuencia contó con más de 20 fases, pero no los dejamos progresar y ganamos el partido”.
El plantel francés no sufre de ninguna lesión importante; Morgan Parra tiene molestias menores en el cuello y Julien Bonnaire tiene un problema en la zona lumbar, así que los dos descansarán durante tres días.
Lièvremont no arriesgará nada en sus preparaciones. “Prácticamente voy a copiar y pegar todo lo que hicimos durante las últimas dos semanas”, concluyó el entrenador de Les Bleus.
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