Todavía se pregunta qué sucedió. Por qué, si todo parecía encaminado, se terminó desvaneciendo de un día para el otro; en un suspiro. Genaro Fessia busca respuestas.
Su futuro cercano estaba puesto en el London Wasps, de la Premiership, al que llegó para una prueba que no pudo completar por su repentino viaje con el seleccionado argentino a Nueva Zelanda (reemplazó al lesionado Alvaro Galindo), aunque sí logró disputar un amistoso: vs. Benetton Treviso, de titular.
“Quedamos en que, cuando finaliza el Mundial, vuelvo y firmo contrato o, en su defecto, me siguen probando”, contaba el ilusionado cordobés en aquel momento. Hasta acá todo muy lindo. Todo perfecto. Experiencia mundialista y horizonte profesional asegurado. Pero cuando el tercera línea finalmente aterrizó en la Argentina se encontró con que el equipo inglés ya no estaba interesado en contar con sus servicios.
“Está fuera del rango de precio”, declaró Dai Young, gerente del club, para rematar las ilusiones de Fessia con un: “es un siete más que seis, y tenemos jóvenes para ocupar ese puesto”.
-¿A vos qué te dijeron?
-Apenas llegué al país me comuniqué con ellos para saber cómo estaba todo, pero me dijeron que no viajara porque iban a probar con los jugadores jóvenes. No me dieron demasiadas explicaciones más.
Si bien no lo dice abiertamente, Fessia, que jugó en Sale Sharks en la temporada 2007-2008, intuye que haber cruzado el Pacífico para anclar en suelo maorí pudo haberle jugado en contra. Aunque, de ser así, no entiende por qué, cuando llegó la citación para incorporarse al seleccionado, los dirigentes ingleses no le plantearon sus molestias.
“En ese momento me demostraron la mejor de las ondas. Estaban contentos; no me pusieron ni un pero. Es más, después del partido contra Escocia, en el que los Pumas casi que sellaron su pase a cuartos, hablé con ellos y estaba todo bien. No entiendo por qué dos semanas más tarde me salieron con todo esto”, se autopregunta el forward de 30 años, que en la RWC dio el presente en tres partidos (Rumania, Escocia y Georgia), en ninguno fue titular.
-¿Te llegaste a arrepentir de haber viajado a Nueva Zelanda?
-¿Qué? No, ni a palos. Si no iba al Mundial después me hubiera querido matar. Si retrocedemos en el tiempo a aquel momento, no tengo dudas de que vuelvo a hacer exactamente lo mismo. No me arrepiento ni un poquito.
En las últimas horas, y cuando parecía que la relación Fessia-Wasps ya estaba en el freezer, al cordobés se le abrió una puertita de esperanza. “Mi agente y el club acordaron una reunión para resolver la situación. No sé qué sucederá, pero por lo menos voy a poder conocer el porqué de un montón de preguntas”, cierra el rendidor tercera línea, apostando fuerte a que aquel presente perfecto, que vivió hace sólo un mes, vuelva a tomarlo de la mano.
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