Mario Ledesma, hooker de argentino, considera que como el estilo de los Pumas es conocido, es necesario cambiar para poder sorprender.
Es un referente indiscutido, además de una pieza fundamental en la estructura de los Pumas. Mario Ledesma, a punto de cumplir con su tercera participación mundialista, es símbolo de la identidad actual del conjunto nacional: sacrificio, entrega y humildad, tres de los preceptos de un plantel que aún no cumplió con su sueño máximo. Francia 2007 representa un desafío supremo, en el más amplio sentido; porque se trata de la última Copa de muchos, porque no se apaga el dolor de la eliminación en Australia 2003 y porque este grupo jamás se dejó encantar por el conformismo.
La lluvia por primera vez impuso más rigor en la agenda de preparación del seleccionado, y antes de brindarse a la rutina en la cancha de Belgrano Athletic, el hooker de Clermont, el subcampeón francés, hizo una descripción del estado del seleccionado a mitad de camino de la pretemporada: "El viernes pasado estuvo complicado, pero era necesario definir los 30, porque necesitábamos poner fin a los cálculos, las inseguridades de estar o no, para empezar ya con el equipo a afinar cosas. Me parece que con 41 jugadores éramos un montón y había cosas que se podían hacer y otras, no. Hoy ya no hay dudas, estamos todos enfocados en el objetivo y listo", explicó el ex Curupaytí acerca de cómo sintió el grupo la resolución de quiénes irán a Francia y quiénes no.
-Por la experiencia de la mayoría, por muchos de los resultados recientes y por esta preparación tan completa, ¿sentís que éste tiene que ser el gran Mundial de los Pumas?
-Sí… qué sé yo. La verdad, éste es un Mundial al que llegamos muy bien; la mayoría de los jugadores tuvo una gran temporada en lo personal con sus equipos en Europa, entonces nos encontramos muy bien en muchos sentidos. Pero, después, estamos tan parejos con Francia y con Irlanda que puede pasar cualquier cosa. Tenemos las mismas posibilidades de terminar primeros como segundos o terceros. Estamos bien, eso no lo podemos negar, pero no podemos predecir que vayamos a ganar tal o cual partido.
-Ya con el plantel definido, ¿qué cuestiones quedan por ajustar de acá al debut?
-Nos falta todo. Nosotros tenemos tan poco tiempo para preparar cada partido que todo este tiempo nos ayuda para sumar cosas. Siempre vamos muy a lo básico antes de cada test, y hoy, si queremos ser más ambiciosos, hay que rever un montón de cosas.
-¿A qué cosas te referís?
-Más allá de seguir trabajando cuestiones básicas, tenemos que mejorar todo: desde la obtención, la organización defensiva y la reorganización en ataque. Tenemos que ser menos previsibles para nuestros rivales, porque venimos jugando de la misma manera desde hace muchísimo tiempo y con tanto estudio y análisis de video que hay, si llegamos así al Mundial nos van a conocer de memoria. Tenemos que sorprender un poquito.
Por Santiago Roccetti (Diario La Nación)