Argentina y Georgia coinciden en muchos puntos de su estilo de juego. Ambos tienen como primera opción de ataque a los forwards, defienden duro y suelen estar al límite del reglamento.
LYON- Argentina y Georgia coinciden en muchos puntos de su estilo de juego. Ambos tienen como primera opción de ataque a los forwards, defienden duro y suelen estar al límite del reglamento. De esa manera se dio el primer tiempo del partido jugado en el Stade Gerland de esta ciudad. Fue trabado, lento y con pocos puntos: 6-3 para Argentina.
En la segunda parte, Los Pumas propusieron la sorpresa con los backs y se quedaron con la victoria por 33-3 y el punto bonus por haber sumado cuatro tries. A esa altura, Georgia mostraba algunos signos de cansancio y falta de concentración.
Mismos nombres, muchos cambios
Desde el minuto uno, Argentina mostró que no era la misma que venció a Francia en el partido inaugural. La primera jugada lo grafica: Felipe Contepomi, mejor jugador del partido ante los galos, cometió knock on cuando recibió el saque inicial, que segundo después terminó valiendo tres puntos para el rival.
Las principales falencias de Argentina en la primera mitad fueron la desconcentración y la falta de ideas. Georgia estaba firme en defensa pero no intentaba atacar. El contunde 86% de posesión de balón que tuvo el equipo de Marcelo Loffreda en los 40 minutos iniciales fue la clara muestra de ello.
El juego de forwards, principal arma de Argentina para enfrentar a rivales de primer nivel mundial, no prosperó demasiado ante los potentes y fuertes Lelos.
El único que se mostraba agresivo y profundo con la pelota era Juan Martín Fernández Lobbe, el jugador del partido.
La aparición de los backs
Palabras más palabras menos, la indicación de Loffreda fue directa: "seamos más verticales y juguemos el uno a uno", les dijo en el entretiempo. Fue eso lo que hizo el equipo para romper un partido que se le estaba poniendo cada vez más difícil.
Georgia no tuvo respuestas para la nueva propuesta Puma y, aunque no cedió tanto el balón como en la primera mitad, pasó pocas veces la mitad de cancha y ya no pudo hacer su juego de forwards con tanta facilidad. El wing Lucas Borges apoyó dos veces tras sendas jugadas iniciadas por Juan Martín Hernández.
Los líderes de las batutas
Hernández tomó al pie de la letra las palabras del coach y empezó a hacer el juego que más le gusta: variar entre encarar a los defensores (casi siempre superó la primera línea de defensa) y abrir la pelota para los centros.
Loffreda opinó sobre el jugador del Stade Francais, de París: "Tuvo distintas tareas en estos dos encuentros y respondió de forma correcta. Tiene una calidad y una destreza sorprendente. Esto lo ayuda a afianzarse en el puesto de apertura".
En los Lelos, Merab Kvirikashvili también comandó las ofensivas de su equipo, aunque con un estilo diferente. Poseedor de una poderosa pierna izquierda, el 10 se ocupó de despejar todo lo que podía en el primer tiempo y de atacar en el segundo.
Los dos se fueron contentos
Georgia llegó al debut sin demasiadas expectativas. Irakli Abuseridze, medio scrum y subcapitán ya lo había avisado: "Nuestro objetivo es ganarle a Namibia.
El resto está lejos". Por ese motivo, el gran primer tiempo que Georgia le jugó a Argentina y la potencia de sus forwards los tienen que haber dejado conformes y pensando en el futuro.
Argentina, por su parte, cumplió el objetivo de ganar y sumar punto bonus, que le servirá en caso de un eventual empate de victorias con Francia e Irlanda. Pero no fue fácil, recién lo consiguió en el último minuto con el try de Federico Martín Aramburu. Para darle más emoción.
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