Tras conseguir ganarle a Irlanda (43-19) y Gales (34-9) en la primera fase, antes de despachar a Escocia 48-30 en los cuartos de final, todos esperaban que los All Blacks tuvieran más resistencia contra Inglaterra en las semifinales de la Copa del Mundo 1995.
PARÍS Tras conseguir ganarle a Irlanda (43-19) y Gales (34-9) en la primera fase, antes de despachar a Escocia 48-30 en los cuartos de final, todos esperaban que los All Blacks tuvieran más resistencia contra Inglaterra en las semifinales de la Copa del Mundo 1995.
Pero los 51.000 espectadores que llenaron el estadio de Newlands en Ciudad del Cabo fueron testigos de uno de las más remarcables manifestaciones del poder del rugby de Nueva Zelanda, en el partido que catapultó a Jonah Lomu al estrellato mundial.
Los All Blacks completaron el Grand Slam con un gran estilo, reservando una plaza en la gran final contra los locales, Sudáfrica, con el triunfo por 45-29, incluyendo cuatro tries del potente wing.
El metro y 96 cm. de Lomu son la talla de un segunda línea, junto a sus 119 kg., tan pesado como un pilar pero podía correr los 100 metros en menos de 11 segundos que lo convertía en la fuerza más destructiva de la RWC.
Resultado contundente
El try más memorable de los cuatro que consiguió, ocurrió cuando con un movimiento rápido quebró a dos defensores, entonces tropezó antes de pisotear a Mike Catt, antes de caer sobre el ingoal.
Fue un comienzo relámpago para los kiwis que anotaron 25 puntos en los minutos siguientes. Lomu consiguió su primer try antes de que el partido alcanzara los dos minutos y otra marca a los 25. Entre tanto, el dinámico ala Josh Kronfeld, anotó otro try y el octavo Zinzan Brooke pateó un drop desde 42 metros que se añadían a las dos conversiones y un penal de Andrew Mehrtens.
Inglaterra logró contener la marea durante el resto de la primera mitad, pero Lomu iba directo a su tercer try, minutos después de la reanudación. El medio scrum, Graeme Bachop, amplió la diferencia con el quinto try de los All Blacks, nueve minutos después.
Reunión inglesa
Una Inglaterra orgullosa logró quitarse el miedo y el temor y peleó para volver a ganarse el respeto de sus rivales, con un par de tries del capitán Will Carling y el wing Rory Underwood.
Pero el daño ya estaba hecho. Lomu puso la frutilla del postre con su cuarto try a los 69 minutos, convertido por Mehrtens, que añadió un drop justo antes del pitido final. Los All Blacks ganaron el partido y nació una leyenda.
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