Una aventura, así define el cordobés Raúl Loyola a la gira que la selección argentina de rugby emprendió en 1965 por Sudáfrica. Una aventura que, a pura garra, se convirtió en el inició de un largo proceso de crecimiento.
Con el cordobés Raúl Loyola en sus líneas, en 1965 nacieron Los Pumas en una gira por Sudáfrica.
Una aventura, así define el cordobés Raúl Loyola a la gira que la selección argentina de rugby emprendió en 1965 por Sudáfrica. Una aventura que, a pura garra, se convirtió en el inició de un largo proceso de crecimiento que hoy deriva en que Los Pumas estén en las semifinales del Mundial de Francia y enfrenten, justamente, a los sudafricanos.
¿Por qué? Porque aquella gira de 16 partidos culminó con una victoria por 11-6 ante los Junior Springboks (seleccionado B de Sudáfrica), en el Ellis Park y ante 40 mil personas. Fue entonces que ese puñado de 15 rugbiers con camiseta argentina se convirtió en Los Pumas e inició la leyenda.
Raúl Loyola fue el único cordobés integrante de aquel equipo aventurero que fue invitado por Sudáfrica para jugar una serie de amistosos del otro lado del Atlántico y que acumuló 11 victorias, cuatro derrotas y un empate. Fuimos ganando confianza y logrando buenos resultados hasta que le ganamos a los Junior Springboks, cuenta el autor de uno de los tres tries argentinos del cotejo.
Nacen Los Pumas
El nombre de Los Pumas surge porque no sabíamos explicarles a los sudafricanos que el animal que teníamos en la camiseta era un yaguareté y entonces dijimos que era un puma, recuerda desde Miami, donde vive desde hace 30 años, el primer Puma cordobés.
¿Qué características tenía aquel equipo?
Un espíritu extraordinario de asociación y de pasión comparable con el del equipo de hoy.
Y la noticia de la gran victoria argentina sobre el seleccionado sudafricano, la primera de las únicas dos de la historia (la otra fue en 1982 con Marcelo Loffreda como jugador y bajo el nombre de Sudamérica XV), cruzó el Atlántico y despertó en el país el interés por el rugby. Loyola asegura: Fue una fiebre parecida a la que existe hoy con el equipo que está en Francia. Tuvimos una recepción extraordinaria en el aeropuerto y después empezó a haber cada año una temporada internacional. Ahí entramos en el gran rugby.
¿Cómo se transmitió el espíritu puma?
A través de jugadores, de amigos… Se logró un concepto: el jugador de rugby tiene garra y representa muy bien al país. Y eso me pone muy feliz, porque lo que un día empezó como una aventura se convirtió en la llave para que hoy estemos entre los cuatro mejores equipos del mundo. Antes nos miraban de lejos y hoy hay un gran respeto por el rugby argentino. Los Pumas lo están demostrando en este Mundial, que están a sólo un partido de la final. El domingo, tienen las mismas chances que Sudáfrica de ganar el partido.
María Eugenia Mastri (La Voz del Interior)