Conquistó el tiempo extendiendo su carrera hasta los 36 años. El Puma tucumano evoca el pasado, desnuda el presente y revela sus ambiciones. Cuando me sobra tiempo, corto el césped de algún amigo.
Había perdido la cuenta de su tiempo, cuando despertó sin saber dónde. Voces conocidas lo pusieron en la realidad: estaba en la casa de sus padres. Omar Hasán tiene un talento diabólico para atisbar los resquicios de la memoria, y tan pronto como abrió los ojos evocó la primera vez.
El niño de nueve años está de pie en la misma habitación donde ahora el hombre de 36 acecha el ayer. Viste un pantalón corto y una remera blanca, y se encamina hacia una cancha. Pese a que por aquel tiempo el chico no podía siquiera presentirlo, esa mañana de sábado había comenzado a fraguarse su porvenir.
Recuerdo que llegué con un amigo… fue espectacular. Esperamos a que lloviera para tirarnos en el barro y volver sucios a casa. De regreso por sus lares, el más eximio rugbista tucumano desnuda también sus orígenes en la lírica, esa otra pasión que abrazará con deleite cuando cuelgue los botines.
Cantar siempre fue un placer. Empecé en el coro de la escuela Mitre y después me atrapó el folclore, pero la vida me llevó por otro lado. El arte es un modo de expresión, y en futuro quiero expresar todo lo que hay en mí, dice antes de encender su computadora para responder a LA GACETA On Line.
1 – Si estuviera frente a una cámara de televisión, ante millones de personas, ¿cómo se presentaría?
– Hola… soy Omar Hasán, jugador de Los Pumas y futuro cantante.
2 – En la política, ¿se considera de derecha, de centro, de izquierda o apolítico?
– De derecha, con algo de centro y otro poco de izquierda. Pero en la Argentina se perdieron las ideologías; no se enarbola la bandera de ninguna filosofía política. Faltan gobernantes con planes de desarrollo. En Francia, en cambio, la gente se siente identificada y pelea por sus convicciones.
3 – A la hora de tomar decisiones importantes, ¿prefiere usar el corazón o la cabeza?
– Lo hago con la cabeza. Soy un hombre muy reflexivo y poco impulsivo. Me tomo mi tiempo para todo, pero cuando no puedo vencer una indecisión, me dejo llevar por el corazón. En la cancha es completamente distinto, porque los tiempos se acortan y hay que elegir en una milésima de segundo.
4 – Frente a la televisión, ¿elige películas, series, documentales, noticias, deportes, realitys o simplemente hace zapping?
– Me engancho mucho con los documentales y con las películas, especialmente las alemanas, francesas e italianas. También me gusta ver deportes, sobre todo golf, tenis y atletismo.
5 – Elija un motivo especial para brindar…
– Brindaría por la suerte que tengo. Hago lo que me gusta y me divierto. Esas alegrías que el rugby me da día a día me permiten ser feliz. Cuando deje de jugar, me dedicaré a cantar. He descubierto que puedo utilizar mi voz de otra manera y siento un inmenso placer al saber que emociono a la gente.
6 – Si volviera a nacer, ¿qué le gustaría ser y dónde?
– No cambiaría nada de lo que soy y lo haría en Tucumán. Yo no creo en las casualidades, sino en el destino. La vida es comparable al trabajo de un escultor que tiene una piedra bruta y debe darle forma y esculpirla.
7 – ¿De qué se arrepiente?
– No sé… no me arrepiento de nada que no haya hecho, pero sí me gustaría pasar más tiempo con mi familia.
8 – ¿Cuál es la lucha más dura que ha sostenido en su vida?
– No hay nada de lo que pueda quejarme. Soy un agradecido de la vida y las luchas que he sostenido son un poroto si las comparo con los sufrimientos de otras personas. En el deporte, trascender es una batalla placentera.
9 – ¿Cuál es el prejuicio más difícil de modificar? ¿Lo padece usted?
– La primera impresión que nos hacemos de las personas. Cuando vivía en Tucumán, no dudaba en apuntar a otros con el dedo. Pero al salir del país me encontré con gente muy distinta, y eso me hizo evolucionar.
10 – ¿Cómo combate el aburrimiento?
– Nunca me aburro. Siempre fui muy activo, desde chico. El deporte ocupa casi todo mi tiempo y, cuando me sobra algo, me dedico a arreglar las plantas o voy a cortar el césped de algún amigo porque yo vivo en un departamento.
11 – Diga su mayor virtud y su peor defecto.
– No soy yo quién tendría que decir eso. Pero pienso que mi virtud es la humildad y mi defecto, la impuntualidad.
12 – ¿Hay alguna enseñanza que valore de sus padres?
– El amor, el respeto, el sacrificio y la lucha. Esos valores me convirtieron en lo que soy.
13 – ¿Hay algo de la sociedad que le genere mucha bronca?
– La corrupción política y el hambre me dan rabia.
14 – ¿Hay algo de la sociedad actual que lo haga muy feliz?
– El argentino es auténtico, genuino y hospitalario con el prójimo. Eso ya no se conserva en otros países.
15 – ¿Tiene alguna cuenta pendiente?
-Sí, pero prefiero guardármela para mí.
16 – ¿Cuál es el último libro que leyó o que lee actualmente?
– Estoy leyendo una obra de Eurípides y un libro de bolsillo para aprender a hablar en alemán.
17 – En el amor y en el sexo, ¿se define como conservador o liberal?
– Conservador.
18 – ¿Cuál es su música preferida?
– Me gustaría comprarme algún disco de Mozart.
19 – ¿A qué le teme?
– Le tengo miedo a la muerte. No pienso en ella ni soy obsesivo, pero siento miedo. También me asusta la pérdida de los seres queridos.
20 – ¿Qué le gustaría que diga su epitafio?
– No tengo idea.
Fuente: Diario La Gaceta – Tucumán