El rugby argentino atraviesa un período de cambios. El tercer lugar obtenido en Francia 2007 dejó abierto un panorama favorable para que los Pumas sean finalmente aceptados en algún torneo internacional de relevancia.
El rugby argentino atraviesa un período de cambios. El tercer lugar obtenido en Francia 2007 dejó abierto un panorama favorable para que los Pumas sean finalmente aceptados en algún torneo internacional de relevancia.
Después de despotricar durante dos años contra todo lo profesional y desarticular lo rentado que había dentro de la UAR (árbitros, coaching, etc), el titular de la UAR, Alejandro Risler, y Raúl Sanz, secretario de la entidad, a días de terminar su mandato, llaman a una conferencia de prensa, designan a un entrenador en jefe de los seleccionados y convocan a una asamblea extraordinaria para modificar los estatutos.
La excusa es que hay que mostrarle a la IRB que estamos dispuestos a cambiar y hay premura, ya que debemos presentar un plan estratégico en el foro que se realizará en los próximos días en Dublin.
El plan estratégico presentado el jueves en el congreso general de rugby no cumple en lo más mínimo con las expectativas del rugby argentino. Y, sólo basta repasar la realidad internacional para darse cuenta.
Argentina está en un problema serio, ya que como están dadas las cosas es muy difícil que los Pumas sean invitados al Seis Naciones. Los calendarios en Europa son muy apretados y la inclusión de Argentina demandaría extender el Seis Naciones dos semanas más. Para completar el círculo, los equipos del centenario certamen no están dispuestos a viajar a nuestro país, por lo que los albicelestes deberían ser locales en alguna ciudad de Europa.
El escenario parece mucho más despejado en el hemisferio sur. Aunque los contratos del Súper 14 y Tres Naciones vencen en 2011, Rupert Murdoch, magnate de la TV afirmó que estaría dispuesto a reverlos si la Argentina era incluida. Además, la extensión del torneo a tres rondas le quitó emoción. El Tres Naciones necesita a los Pumas y tal vez también a un equipo del pacífico (Fiji, Samoa o Tonga o un seleccionado de los tres) para que el certamen sea más atractivo.
Pero, aunque recibamos una invitación sin restricciones, no podemos jugar. Todos nuestros jugadores se desempeñan en Europa y los calendarios no coinciden.
El "plan estratégico" que presentó la UAR en el llamado congreso nacional de rugby comprende la generación de un plantel de 60 a 70 jugadores contratados por la UAR, para participar en el Tres o Seis Naciones. Y, comprar una franquicia de las ligas de Francia o Inglaterra, para competir en esos torneos y así darle continuidad a esos jugadores. Esto sólo es viable si nos invitan al Seis Naciones, que por lo expuesto es una quimera, y si nos invitan al Tres Naciones seguimos teniendo problemas de calendario, ya que los jugadores estarán disputando el torneo de Francia o el de Inglaterra (según la franquicia que se adquiera). ¿Se analizó cuánto cuesta comprar a Clermont o a Harlequins, o se tiró una idea al boleo?. En una de esas nos alcanza para comprar un equipo de la C y después buscar ascender. ¿Los jugadores van a sacrificarse bajando dos categorías y ganando menos plata por el bien del rugby?. Si en unos años, las ligas de Francia o Inglaterra ponen un tope de extranjeros, como existe en la mayoría de los certámenes de cualquier deporte ¿Qué hacemos con la franquicia?
Por otra parte, en la UAR tampoco se analizó la posibilidad de hacer un torneo profesional en el país. Risler, Sanz y Porta convencieron a Morgan Buckley, facilitador enviado por la IRB para analizar la realidad Argentina, de qué el rugby argentino no está preparado en este momento para eso y que tenemos una competencia de clubes única en el mundo.
¿A quién consultaron para llegar a esa determinación?. ¿Se recabaron opiniones en todos los sectores?, ¿se consultó a los jugadores que hace años se encuentran en el profesionalismo?, ¿se les consultó a la uniones de Gales, Escocia, Francia, Inglaterra, Sudáfrica, Australia etc, cómo hicieron para llegar a dónde están?. No, solamente se juntaron menos de diez personas, decidieron por todo el rugby argentino y posteriormente pidieron el apoyo del resto.
En mi opinión, no sólo creo que estamos en condiciones de organizar un torneo profesional en el país, sino que tenemos la necesidad de hacerlo.
Argentina necesita y tiene posibilidades de insertarse en los torneos del hemisferio sur, pero para ello debe repatriar a los jugadores que están en Europa y esto sólo se consigue con mucho trabajo y mucho tiempo.
Por eso se debe empezar ya. La IRB ofreció ayuda para desarrollar una competencia regional, como hace con un Súper 4 en América del Norte y un el torneo Pacífic Nations Cup.
En nuestro caso se podría realizar un Súper 8, con dos equipos profesionales en Buenos Aires, y otros seis en Córdoba, Tucumán, Rosario, Mendoza, Uruguay y Chile.
Los equipos podrían serían franquicias profesionales. No implica necesariamente que sean formados por jugadores nacidos en esas provincias. Por ejemplo, si Tucumán no tiene medio scrum y Buenos Aires no contrata a Albarracín, Tucumán podría contratarlo. En el futuro, este certamen podría unirse con el Súper 4 de América del Norte y formar un Súper 12.
Esto nos permitiría en primera instancia contar con 200 jugadores rentados en Argentina y detener la sangría de jugadores que se van a jugar a la segunda o tercera de Francia, a Italia y a España.
Después de algunos años estaremos en condiciones de participar en un Súper 14 con dos equipos, con otro reparto de dinero, con lo cual tendremos la posibilidad de que la UAR contrate a esos 70 jugadores sólo por el tiempo de duración del torneo, forme estos dos equipos, y los tenga a su disposición para jugar el Tres Naciones. El jugador que no quiera venir en esas condiciones no podrá integrar el seleccionado. Política que llevan a cabo Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica.
Obviamente que esto es sólo un boceto y habría que acompañarlo de presupuestos, calendarios, posibles sponsors, reuniones con la TV, prensa, nuevas estructuras administrativas, centros de alto rendimiento, etc. Pero se parece más a un plan estratégico que lo que presentó la UAR en el congreso.
Saludos.
Luciano Carrara
DNI: 22.793.344
Periodista del suplemento Rugby & Golf de La Voz del Interior, conductor del programa de TV Free Kick, columnista del programa de TV abierta Por Deporte y corresponsal de ESPN en Córdoba.