No fue un buen año para el rugby tucumano. Ni en cuanto a lo deportivo, ni en lo dirigencial. En el primer ítem, la actuación de La Naranja estuvo lejos de colmar las expectativas en el Argentino de Uniones.
El Torneo del Interior volvió a ser esquivo y el Seven de Paraná sigue siendo una cuenta pendiente. Ni siquiera Los Pumas colaboraron. Volvieron a jugar en el Jardín y recibieron una paliza por parte de Francia a mitad de año en el estadio de Atlético. Apenas las actuaciones de Huirapuca en el ascenso del Interior y de la M19 en el Argentino Juvenil fueron las perlas encontradas en el lodazal. Amén de ello, en el ámbito ejecutivo se suscitaron una serie de acontecimientos que hicieron retroceder dos pasos para atrás en el camino del crecimiento.
La abrupta salida de Francisco Veglia de la presidencia desnudó una historia de traiciones y secretos a voces en el seno de la URT. El titular saliente le echó la culpa a la política de inmiscuirse en el rugby como el principal causal de su dimisión. Una manera elegante de esquivar el nombre de quien considera como el principal responsable de su partida: Luis Castillo. Sí, nada más ni nada menos que el mismísimo presidente de la UAR. Sus críticas a la entidad madre del rugby nacional y su participación en la elección de Carlos Araujo como vicepresidente fueron una carga muy pesada para Veglia, ya que los presidentes misteriosamente le retiraron su apoyo luego de esa acción. Al verse acorralado, apuntó para todos lados, levantando una polvareda muy difícil de evitar dejarse ver.
Pero los presidentes se movieron rápido. En una reunión previa a la Asamblea del próximo 17D, le dieron todo su apoyo a Fernando Martoni, hombre de Los Tarcos (club de Cacho Castillo) y a Gaspar Chavanne de Jockey. Fueron 7 votos positivos contra la abstención de Universitario y los votos de Cardenales y Lawn Tennis para otros candidatos. La elección de Chavanne fue por unanimidad. Se trata de un nombre con una vasta trayectoria y con dotes de conciliador. La idea de ubicar a Martoni en ese sitial es volver a tener el apoyo de allá (o sea de la UAR) y evitar conflictos en ese sentido. Pero esto no soluciona todo.
Es que una de las primeras cuestiones que deberá atender Martoni es el formato de disputa del Torneo Regional. Se sabía a Veglia en muy buena relación con las Uniones vecinas, sobre todo la Salteña, que es la más fuerte después de la tucumana. Esa era otra de las cuestiones que no eran bien vistas allá. En Salta y Jujuy, en mayor medida y en Santiago del Estero están expectantes por saber que les deparará la nueva conducción, aunque la salida de Veglia no les cayerá muy bien.
En cuanto a La Naranja, en los pasillos de la URT suenan con fuerza las voces de que llegó la hora del recambio. Las horas de Prado y compañía están contadas (el mismo entrenador dijo que no se sentía con ganas de seguir) y la de muchos jugadores históricos. Las negativas a jugar algunos partidos del Argentino por cuestiones personales sin demasiada importancia (como vacaciones, luna de miel, etc) hicieron que la dirigencia ponga la lupa sobre La Naranja. Lo cierto es que el próximo lunes 17D habrá humo blanco en la URT. Comenzará la era de Fernando Martoni, con muchos interrogantes, pocas certezas y un futuro por hacer.
Por: Juan Urchevich
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