Plenamente merecido fue el triunfo del seleccionado tucumano en la octava edición del Seven de Tafí del Valle. La naranja, en su versión número I, fue un rival imposible de vencer, aunque sí de igualar. Los naranjas -que jugaron de celeste- se coronaron al derrotar a los salteños en la gran final.
Plenamente merecido fue el triunfo del seleccionado tucumano en la octava edición del Seven de Tafí del Valle. La naranja, en su versión número I, fue un rival imposible de vencer, aunque sí de igualar. Como lo hizo Salta, equipo fuerte y ambicioso, que mostró lo mejor de su rugby en el cotejo que disputó con los naranjas durante la fase clasificatoria (empataron 14-14). Volvieron a chocar en la gran final y Tucumán no perdonó: se impuso por 35 a 7 y alzó la copa.
La clave del encuentro estuvo en que Tucumán supo acertar en los momentos justos, cuando la presión se hace insostenible. Fue como una ráfaga el ataque naranja, pues cuando todo indicaba que los primeros 10 minutos finalizarían en tablas, los hábiles Ezequiel Faralle y Aníbal Terán se las ingeniaron para desnivelar el marcador. Así, el anfitrión se retiró al descanso con una importante ventaja, ampliada gracias a las conversiones de Diego Mas.
En el complemento la cosa fue más sencilla. Con los números a favor, sumados a la astucia del equipo para castigar el error del oponente, Tucumán hilvanó un triunfo completísimo, redondo, sin fisuras.
En la cancha de El Churqui, el público, fiel amante de la ovalada, se rindió sus pies. Como debe ser.
Tercer tiempo
– Camino a la final. Más allá de la definición de la competencia, los seleccionados de Tucumán I y Salta fueron los mejores equipos del Seven de Tafí del Valle. Superada la fase clasificatoria, los hombres de La Linda chocaron en las semis de la Copa de Oro contra Invitación VII, al que vencieron por un ajustado 14 a 12. En tanto, la naranja chocó contra tucumán II, y se impuso por por 22 a 0. Tucumán Rugby, por su parte, se consagró en la Copa de Plata.
– A beneficio. Pese al mal tiempo, cerca de 3.000 aficionados a la ovalada se hicieron presente en El Churqui y extendieron su mano a la Cooperadora del Hospital de Tafí, ya que lo recaudado en concepto de entradas (alrededor de $ 7.000) fue destinado en su totalidad a esa entidad.
– Se calzó los cortos. Idolo en sus épocas de Puma, Martín Terán, una de las cabezas visibles de la organización, no aguantó la tentación, se calzó los cortos y se sumó al plantel de Invitación VII.
– Reconocimiento. Uno de los momentos emotivos de la jornada tuvo como protagonista a Tristán Molinuevo. El apertura de Huirapuca y del seleccionado tucumano recibió una plaqueta conmemorativa en reconocimiento a sus 12 años vistiendo la camiseta naranja.
Fuente: La Gaceta.com.ar
Foto: La Gaceta.com.ar