Él es Pedro. Está en una de las tribunas del estadio de Vélez, arriba de los hombros de su papá, Jorge, un apasionado de la vida que vive con gran intensidad. Verlo cantar el himno, gritar, alentar, explicarle a Pedro cada jugada y lo que cobraba el referee, regocijaba el alma.
Para Pedro, Los Pumas son superhéroes, ya que tienen las capacidades que él carece, como correr, chocar o golpearse.
Pedro tiene “Huesos de Cristal”, una enfermedad congénita que se caracteriza porque los huesos de las personas que la sufren se rompen muy fácilmente, con frecuencia tras un traumatismo mínimo e incluso sin causa aparente. Esto se debe a la insuficiente o defectuosa formación del colágeno del cuerpo, como consecuencia de un fallo genético.
El resultado del partido es anecdótico. Pedro disfrutó de un día inolvidable, pero el silbato que indica el cierre del partido, no marcaría el final de su día. Hay lugar para más alegrías.
Es tiempo de conocer a los gigantes que minutos atrás veía desde la tribuna. Pedro es invitado al vestuario para conocer a Los Pumas.
Es domingo y atrás quedó el Test Match. Casi no pude dormir de la emoción que me produjo saber que Pedrito, pasó un día que difícilmente olvidará.
Para una persona de rugby como yo, que pude jugar, entrenar y ver seguido a Los Pumas, esto me emociona muchísimo. Mi lugar en la tribuna el último sábado me dio la posibilidad de conocer de cerca esta historia.
No soy yo quien debe agradecer pero me nace decirle “Gracias” a todos: jugadores, entrenadores y toda la gente de la UAR que hacen posible que se cumplan estos pequeños sueños.
UAR
El capitán del equipo, Julián Montoya, se mostró autocrítico sobre algunas cuestiones del encuentro, pero a la vez rescató los aspectos positivos de Los Pumas, tanto en el...
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