Con una convincente producción en el segundo tiempo, Jockey superó con amplitud a su homónimo cordobés, en Fisherton y de esta manera se perfila como un serio candidato en el Torneo del Interior.
Jockey pisa fuerte en el torneo del Interior. Lo demostró en el debut ante Santiago Lawn Tennis y lo ratificó ayer con firmeza frente a su homómino cordobés, un adversario aún más duro, que le suma adjetivos y elogios a la importante victoria. El conjunto de Fisherton, con una convincente actuación en el segundo tiempo, venció 45 a 18 y dio un gran paso de cara a la clasificación a la próxima fase del certamen.
El equipo rosarino construyó de a poco la victoria. La forjó a fuego lento. Superó el viento en contra y los errores de la primera etapa, y en complemento marcó una notable diferencia merced a su convencimiento para ir para adelante, a su compromiso para respetar la hoja de ruta y a la fortaleza mental que evidenció en la parte decisiva del cotejo, en la que lastimó en momentos clave y desestabilizó a un adversario que se llenó de tarjetas y de interrogantes.
Los verdiblancos ofrecieron una muestra de carácter e inteligencia, ya que supieron llevar el duelo a un terreno de conveniencia a pesar de las ausencias sus principales pateadores como Crespi y Patricio Fernández. Tampoco estuvo Isaack y lo disimuló. Así, sin el recurso del pie estratégico, el dueño de casa fue más aplicado, cuidó la pelota, y exhibió paciencia y determinación para conseguir su objetivo.
El arranque evidenció la cara más desprolija del encuentro. El trámite se cerraba a una imprecisa disputa por la pelota, que desembocó en un trámite muy cortado y deslucido en los primeros minutos. En ese contexto, sólo los envíos a los postes presentaban una vía de escape a esa chatura. Así, entre Baetti y Lazcano fueron alimentando el tanteador y manteniendo la dosis necesaria de emoción.
El único try de los primeros 40′ lo anotó Dehezza por el centro de la cancha, después de un penal jugado rápido. De esa manera, la visita se fue arriba al descanso 13 a 12 y dejaba abierta las chances para el desenlace.
En los 40′ finales se vio lo mejor de Jockey, el rosarino. Porque salió decidido a hacer su negocio, sin especulaciones. Así, con un buen trabajo en el line, con la suficiencia que expuso cuando conseguía varias fases en su juego, y con voracidad para ser letal en las ocasiones favorables, los dirigidos por Pucciarello marcaron el terreno en las Cuatro Hectáreas. En ese sentido, fueron vitales los tries de Manuel Baravalle (llegó solo por la punta derecha), los dos de Mac (uno después de un exquisito kick de De Battista) y el de Gaspar Torres (tras un impecable maul de line).
Ahí el local definió el pleito. Con atrevimiento y personalidad. Con recursos que aparecieron en los pasajes decisivos. Con jugadores que levantaron la cabeza y ofrecieron el corazón ante un rival complicado. Con una incontenible sed de triunfo, que le dio amplitud y razones al marcador.
Por Aníbal Fucaraccio / Ovación
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