La inteligencia del SIC para acomodarse a las condiciones de un choque muy peleado le permitió despojar al CASI de su invicto. A una sola fecha del cierre de la zona campeonato y ya pensando en semifinales, el San Isidro Club le ganó al Club Atletico San Isidro por 16 a 11. Con esa doble embestida prepotente entre Santiago Franzini y Tomás Leonardi, el SIC abrió una herida profunda, irreversible en su adversario algo perturbado. Un knock-on de Landajo -con resbalón incluido- le permitió a los Zanjeros disponer del scrum donde nació la maniobra decisiva del ala, con la que los anfitriones se autonombraron patrones de la ciudad. Hubo un sinfín de circunstancias, algunas de ellas cambiantes, y hasta la rebeldía climática se entrometió en las voluntades de ambos. Pero en esa marea relucieron los locales por saber mantenerse fieles a "su" propuesta, y porque descifraron inteligentemente qué era lo más conveniente. Esa conducta lo blindó con la prestancia suficiente para asumirse merecedor del máximo placer: llevarse la versión N° 111 del superclásico por 16-11.
Los nervios y la poca confianza para animarse a arriesgar tiñó los primeros veinte minutos. En ese lapso a la Academia se la notó un poco acelerada, mientras que su rival se ocupó por no perder la línea. La ambición por agilizar ese desarrollo bien de test-match, impulsó a Agustín Figuerola, que había fallado un penal, a ensayar drops desde cualquier posición; el N° 9 disparó en dos ocasiones -una detrás de mitad de cancha- y Landajo lo imitó con un envío, también sin mucho sentido. En medio de esa cadena de desaciertos, Serra apareció con su puntería, aunque enseguida Figue se desquitó y emparejó los números (3-3). Luego de esos instantes de estudio, que sirvieron para descargar el exceso de adrenalina, el CASI se aplacó bastante y empezó a hacer lo que más le gusta: mover la pelota y enlazar las olas ofensivas. Cuando respetó ese libreto marcó diferencia, además porque el porcentaje de posesión estuvo siempre en su favor.
Con una fulgurante corrida, Figuerola escapó del tackle de Pietranera y a toda velocidad desbordó por el sector derecho para anotar cerca de la bandera (8-3 arriba). La conquista le trajo calma, pese a que los ganadores no se desestabilizaron nunca. Madero redujo la ventaja con un drop y en el final, la pulseada de pateadores clausuró el parcial con la balanza apenas inclinada para el lado de los visitantes (11-9).
El segundo capítulo se inició con un temporal, climatológico y emocional. El alboroto dominó la escena, en el campo y entre el público, que se dividió entre los que resistieron el diluvio y los que huyeron para refugiarse. La amonestación de Galves no debilitó al SIC, pero tampoco encontraba el camino para sumar; para colmo, Serra falló un segundo penal accesible. En el agua los más sabios fueron los Zanjeros, porque pudieron hacerse fuertes al continuar con su estrategia de usar el kick -para dejar que decidiera su oponente-, presionar y tacklear a destajo, especialmente con el cerrojo que le impusieron a Méndez en el centro de la cancha. En contraposición a eso, el Atlético equivocó el procedimiento: en la primera parte -cuando el sol brillaba- dividió demasiado la pelota, y con el balón ingobernable, resolvió abrazarse a su estilo dinámico y de pases. Como si sus pesares no fueran suficientes, Agustín Figuerola no anduvo certero con el pie: 2 de 5 en penales y 0-2 en drops.
La apuesta del CASI terminó favoreciendo la estrategia de su adversario, que de a poco robusteció su confianza a partir de la autoestima que le daba la solidez del. Los minutos se escapaban y ninguno podía destrabar la fricción; la Academia lanzaba los backs de todos lados, pero en posiciones incómodas, porque la defensa del SIC no le dio respiro. La claridad era un bien ausente y era evidente que el que cometiera algún error, iba a lamentarlo. En esa ruleta confusa, el número ganador lo sacaron los Zanjeros en un scrum. La fiesta, entonces, resultó completa para el SIC: el clásico quedó en casa, la victoria lo acerca a las semifinales y se dio el gusto de interponerse en la seguidilla exitosa de su rival más emblemático.
10 triunfos logró el SIC en el clásico en los últimos veinte años como local; en ese período, en Boulogne se disputaron 16 encuentros.
Por Santiago Roccetti
De la Redacción de LA NACION
Resultados TOP 14 (12ª fecha)
Pucará 36-28 Regatas BV
SIC 16-11 CASI
Champagnat 29-20 San Luis
San Cirano 26-27 Lomas Ath.
La Plata 24-26 CUBA
Newman 20-20 Hindú Club
Belgrano Ath. 20-22 Alumni
Las posiciones (12/13 fechas jugadas)
1. CASI 49 (*)
2. SIC 43
3. Newman 43
4. Alumni 40
5. Hindú 39
6. Regatas 35
7. Belgrano At. 34
8. Pucará 34
9. Lomas 27
10. Champagnat 26
11. La Plata 23
12. CUBA 12
13. San Luis 10
14. San Cirano 5
(*) Clasificado a semifinales
Próxima fecha (última):
Hindú – La Plata
CUBA – San Cirano
Lomas – Champagnat
San Luis – SIC
CASI – Pucará
Regatas – Belgrano At.
Alumni – Newman