Italia tal vez no esté lista para llevarse por delante al mundo del rugby, pero es capaz de dar algunos dolores de cabeza a las selecciones más fuertes del mundo, dijo el entrenador del conjunto “azzurro”, Nick Mallett. ROMA (Reuters) – Italia tal vez no esté lista para llevarse por delante al mundo del rugby, pero es capaz de dar algunos dolores de cabeza a las selecciones más fuertes del mundo, dijo el entrenador del conjunto "azzurro", Nick Mallett.
La selección italiana tendrá la oportunidad de dar su primera gran sorpresa bajo el mando de Mallett cuando enfrente a Australia el 8 de noviembre en Padua, como parte de una serie de amistosos internacionales que también incluirá duelos con Argentina y las Islas del Pacífico.
"Es muy difícil convertir al equipo nacional italiano en uno que gane regularmente, que gane tres o cuatro partidos seguidos. Pero pienso que somos capaces de dar sorpresas", dijo Mallett en una entrevista con Reuters.
Al final de su primer año en el cargo, el técnico sudafricano indicó que los objetivos del equipo siguen siendo modestos de acuerdo al poderío que tiene a disposición.
"Se trata de ser realista. No tenemos demasiado talento. Siempre ha sido así y no ha cambiado desde que yo llegué", sostuvo Mallett.
"Hay una enorme diferencia entre la calidad de los campeonatos de Inglaterra, Francia y del hemisferio sur y la del campeonato italiano. Algunos jugadores se van al exterior, como (el capitán) Sergio Parisse, pero no todos son titulares en sus clubes", remarcó.
No obstante, el espíritu mostrado por los italianos en el último torneo Seis Naciones, en el cual vencieron 23-20 a Escocia y provocaron que Inglaterra sufriera para derrotarlos 23-19, generó en Mallett un optimismo con vistas a poder dar otra sorpresa pronto.
"Considerando el resultado del año pasado contra Inglaterra, es increíble que hayamos perdido por apenas cuatro puntos ante un equipo inglés que tiene mucho más talento para elegir. Esa fue una actuación fantástica", recordó.
Mallett, de 51 años, dijo que su trabajo es mucho más complicado que el de los técnicos de los equipos más poderosos.
Eso es algo que seguramente sabe, ya que previamente llevó a los Springboks de Sudáfrica a ganar 17 partidos internacionales consecutivos entre 1997 y 1998, antes de dejar ese trabajo en el 2000.
"Se trata de intentar que los jugadores mejoren para que sean lo más competitivos posible. Uno debe traerlos de clubes de distintas partes del mundo, juntarlos y esperar que sean competitivos el fin de semana", manifestó Mallett.
"A mi entender, esa es una tarea más difícil que la del entrenador de Inglaterra, que está sentado preguntándose si va aponer a Toby Flood, a (Charlie) Hodgson o a (Jonny) Wilkinson", concluyó.
Por Paul Virgo