Tras un largo viaje que incluyó escala en Santiago de Chile, los dirigidos por Daniel Hourcade tocaron suelo neocelandes a las cuatro de la mañana del domingo (15 hs más que en nuestro país).
Tras un viaje de 13 horas, con una escala previa en Santiago de Chile, el Seleccionado argentino de rugby arribó a las cuatro de la mañana (más 15 hs de diferencia con nuestro país) a una lluviosa Auckland, y se trasladó al Hotel Pullman, ubicado en el centro de la ciudad.
Sin perder el buen humor y aunque el cansancio por el viaje era notorio, los jugadores colaboraron con el staff técnico y entre todos cargaron todo el equipaje en el camión provisto por la unión local para dirigirse hasta el hotel.
La mayoría de los jugadores pudo descansar bien durante el viaje pero ahora tendrán el desafío de adaptarse de la mejor forma al cambio horario existente. Para esto, el Dr. Guillermo Botto programó una serie de actividades recreativas y junto al manager adaptaron el cronograma de horarios, con el objetivo de que los jugadores pasen despiertos la mayor parte del día y puedan llegar a la noche y conciliar de apoco el sueño, algo que sin dudas demandará un par de días.
La travesía en Nueva Zelanda ya tuvo su punto de partido para Los Pumas. La llegada será sin dudas el sábado próximo en el McKlean Park de Napier. Allí, Los Pumas tendrán una nueva oportunidad de medirse frente a los poderosos All Blacks, una chance sin dudas que servirá para seguir haciendo historia para el rugby argentino.
UAR
El capitán del equipo, Julián Montoya, se mostró autocrítico sobre algunas cuestiones del encuentro, pero a la vez rescató los aspectos positivos de Los Pumas, tanto en el...
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