El próximo sábado tucumanos y mendocinos van a definir quien será el nuevo campeón argentino modelo 2005.
Si uno hace un repaso de lo sucedido este año con los seleccionados provinciales, podemos hacernos varias preguntas las cuales van a tener respuesta y otras que no.
Una de ellas es, ¿está bien en que Tucumán y Mendoza estén en la final del Argentino?
La respuesta es sí. Por la simple razón de que los dos equipos demostraron estar enteros en los momentos más difíciles.
La gran incognita es ¿porque Buenos Aires no fue protagonista el año pasado y este? ¿será porque no les interesa el campeonato argentino o porque no hay entrega de los jugadores para con su seleccionado?
Ahora vamos a comenzar hablando de la naranja mecánica. Los del norte tuvieron dos paradas muy duras en el camino a la final. Primero fue el turno de Rosario logrando un empate y posteriormente llegó el turno de Buenos Aires. El choque con los porteños fue el momento clave en donde Tucumán sabía que si conseguía un triunfo todo sería más fácil. El objetivo se cumplió y los dirigidos por Lefort y Molinuevo se autoconvensieron de que no hay ningún seleccionado invatible en nuestro país. Por último fueron contundentes en Corrientes ante Noreste y así estaba todo listo para esperar a los dogos.
En etapa de semifinales los tucumanos de local, recibían a Córdoba. Las estadísticas daban totalmente favorables para los locales y el último sábado no fue la excepción. El triunfo fue claro y contundente por 43 a 18. Cuando Sandoval tocó el silbato final la alegría en el jardín de la República fue enorme y era justo. Como hace muchos años la naranja mecánica esta nuevamente en el plano más alto del rugby argentino.
Llega el turno de hablar de Mendoza. Los actuales campeones argentinos no tuvieron la mejor performance en esta temporada. Comenzaron con el píe izquierdo cayendo ante Salta en San Juan. Luego se despacharon con una victoria amplia ante Mar del Plata y por último de nuevo en San Juan vencieron con lo justo a Córdoba por 24 a 23. El haberle ganado a los cordobeses hizo que en semifinales se cruzaran con el equipo que todos quieren jugar y obviamente ganarle, Buenos Aires. El resultado de 22 a 19 ante los de la URBA, provocó que no solamente dejar afuera al siempre candidato de todos, sino que también quedaron a tiro de retener la corona.
Por Martín Quetglas