El rugbier neocelandés Jonah Lomu volverá a jugar, tras haber sido sometido en agosto del año pasado a un trasplante de riñón, en el equipo de North Harbour, de primera división.
Jonah Lomu volverá a jugar, tras haber sido sometido en agosto del año pasado a un trasplante de riñón, en el equipo de North Harbour, de primera división, donde firmó contrato. Por fin, y tras una enorme voluntad, el Gigante acaricia el anhelo por el que luchó desde el descubrimiento de su enfermedad.
Distintos diarios de Nueva Zelanda dieron cuenta de la firma del contrato de Lomu con North Harbour, donde volverá a jugar oficialmente recién en junio próximo, tras larga inactividad.
El rugbier, nacido en South Auckland, Nueva Zelanda, quien en su tiempos de jugador alcanzó a correr los cien metros en 10 segundos, es uno de los más jóvenes al integrar a los 19 años el equipo del seleccionado neozelandés, contra Francia en 1994.
Lomu, de 1,86 y que cuando jugaba pesaba 120 kilos, recibió en agosto del año pasado el riñón donado por un disc jockey neozelandés llamado Grant Kereama.
¡Grande Jonah! Ganaste la batalla!
El rugbier, quien cumplirá 30 años el próximo 12 de mayo, ex integrante del seleccionado de los All Blacks, estaba a afectado de una dolencia renal que lo obligaba a someterse a diálisis diaria.
Lomu, también ex integrante del equipo de los Hurricane Wellingtons, padecía, desde 1996, de una enfermedad conocida como sindrome nefrótico, que se debe a daños en los glomérulos del riñón, unos vasos sanguíneos muy pequeños que se encargan de filtrar los desechos y el exceso de agua en la sangre, para enviarlos a la vejiga en forma de orina.
La afección se caracteriza principalmente por presentar niveles muy altos de proteína en la orina, niveles bajos en la sangre, hinchazón en los ojos, manos y pies, y porcentajes altos de colesterol.
Fuente: rugbyfun.com.ar