El subcampeón volvió a ser el gran equipo de 2004 ante un diezmado Hindú y lo vapuleó por 44-18.
Que Hindú tenga atenuantes que morigeren su pobre performance no empalidece la gran producción de Alumni. Porque la tarea del subcampeón trajo algunos recuerdos de aquel equipo sensación de 2004, el que para todos fue el mejor, más allá de la final perdida con el SIC. El conjunto de Tortuguitas mostró bastante de ese andar aplastante; ayer, en Don Torcuato, su scrum fue incontenible y se convirtió en un arma decisiva para vulnerar una y otra vez a su rival. Por eso se explica el contundente score de 44-18.
Es cierto que el equipo local estaba diezmado; le faltaban los cuatro Pumas (Pablo Henn, los hermanos Fernández Miranda y Francisco Bosch), más otros tres lesionados (Joaquín González, Mariano Lorenzetti y Alejandro Castelli). Y si bien en el segundo tiempo ingresaron Henn y Manasa Fernández Miranda, poco hicieron para quebrar el funcionamiento de Alumni, que se impuso de principio a fin.
¿Por qué? El argumento principal fue, como se dijo, el scrum. Para Hindú, cada una de esas formaciones fijas era un calvario, fuera a favor o en contra; caminaba para atrás, indefectiblemente. Por esa vía, Alumni dos veces llegó al ingoal rival: la primera, tras una jugada gestada como line y maul, y, tras la infracción de Hindú, el scrum se metió en la zona de gol. En la segunda, por las numerosas infracciones de los de Don Torcuato en el scrum, el árbitro señaló try-penal. Pudo llegar una tercera en el final del primer tiempo, pero el medio-scrum Camacho le robó la pelota a De Achával cuando la formación ya estaba en el ingoal.
Sin embargo, los backs de Alumni respondieron también a la buena tarea de los delanteros (incluido el debutante Guido Stefani, que mostró algunos aspectos interesantes en el primer tiempo). En el juego abierto, los veloces quebraron la línea en varias oportunidades. Con esa parte del equipo también sumaron dos conquistas, ambas apoyadas por Martín Bottini (un line, el origen del primero; una pelota recuperada, el segundo).
Hindú no sólo tenía problemas en el scrum: los lanzamientos en la hilera no eran buenos y tuvo varios errores de handling y knock-ons. En el primer tiempo, sólo sumó con dos penales de Badino, y por eso el parcial terminó 27-6.
Tras el descanso poco de todo eso se modificó, a pesar de los cambios de Hindú y un intento por presionar más el juego de su adversario. Descontó, sí, con un try de Díaz Bonilla, pero siguió perdiendo en las formaciones fijas.
Alumni, confiado, redujo la intensidad de su juego y se notó. Pese a ello, visitó el ingoal de Hindú otras dos veces. “Recuperamos ese hambre por el ataque que teníamos el año pasado, y volvimos a ser ese equipo que juega bien adelante cuando no tiene la pelota”, explicó el capitán y pateador Santiago van der Ghote. Sí que se pareció al gran Alumni 2004; bienvenida, entonces, la recuperación del subcampeón.
Fuente: Diario LA NACION – Nota: Por Diego Quinteros
http://www.lanacion.com.ar/coberturaEspecial/urba/nota.asp?nota_id=698958