Juan Pablo Orlandi y Gonzalo García son amigos desde niños y crecieron en el mismo club, pero hoy representan diferentes equipos en la Copa Mundial de Rugby.
En el deporte, como en la vida misma, las decisiones que toman sus protagonistas parecen definitorias en la búsqueda de un objetivo. Sin embargo, muchas veces el tiempo se encarga de poner las cosas en su lugar, y resulta que diferentes caminos llevan hacia un mismo destino.
Lejos de ser una telenovela brasilera de dos hermanos separados al nacer que se reúnen, con alguna connotación trágica o pasional, muchos años después, la historia de Juan Pablo Orlandi y Gonzalo García, bien podría ser llevada a la pantalla chica o al cine.
Estos dos jugadores profesionales de rugby, que pasaron juntos buena parte de su niñez y juventud, están en la Copa Mundial de Rugby, pero a diferencia de lo que soñaban cuando eran niños, lo hacen con diferentes camisetas, puesto que Orlandi tiene una con franjas celestes y blancas de Argentina, y García, una completamente azul, de Italia.
Oriundos de Mendoza, Gonzalo y Juan Pablo nacieron con ocho meses de diferencia, y si bien uno lo hizo en 1984 y el otro en 1983, durante gran parte de los inicios de sus carreras como jugadores de rugby lo hicieron juntos. Ambos en el mismo club, Marista, defendieron esos colores, y los de los seleccionados juveniles y mayores provinciales. Así pasaron muchos viajes, vestuarios, victorias y derrotas. Siempre juntos, con el mismo sueño: jugar un Mundial.
El éxodo
El primero en emigrar para continuar su carrera en el exterior fue Orlandi, que desembarcó en el Brescia de Italia en 2005, con apenas 22 años, ya que su posición de pilar lo convertía en un jugador requerido en el rugby internacional.
Por su lado, el Colo García, mientras su amigo cruzaba el océano Atlántico, era convocado para jugar el Mundial Juvenil de ese mismo año, con Los Pumitas, donde compartió plantel con actuales “rivales” como Agustín Creevy, Marcelo Bosch y Horacio Agulla, todos presentes en la RWC de Inglaterra.
Lo cierto fue que dos años más tarde, también García tomó sus botines para llevarlos a Italia, pero al Calvisano, donde Gabriel Filizzola (otro mendocino, que se puso la camiseta de Italia) le abrió las puertas.
Así, los amigos volvían a reunirse, esta vez en Italia, y fue allí cuando llegó la que parecía ser una decisión que los separaría para siempre.
En 2008, llegaron las llamadas que pusieron a los dos amigos ante una misma decisión que los separó por caminos diferentes. Ambos fueron convocados por Italia y por Argentina casi en simultáneo para sumarse por primera vez a sus respectivos equipos de mayores. No fue una casualidad, los dos países pugnaban por “fichar” a estos jóvenes proyectos, pero la decisión sería de ellos, ya que la camiseta que decidieran vestir a partir de aquel día, sería la única que podrían usar por el resto de sus vidas, a nivel selecciones.
“Fueron días complicados” recordó Juan Pablo Orlandi, sobre aquella convocatoria, pero “mi sueño siempre fue jugar en Los Pumas y no me costó mucho irme a la Churchill Cup”, con el elenco albiceleste. Orlandi cumpliría su sueño de jugar con Los Pumas, aunque el del Mundial aún estaba lejos.
En la otra parte de la historia estaba García, que tomó otro camino. Sus chances en Italia eran muy altas y tenía el camino despejado para hacer una carrera exitosa. Algo que demostraría en Nueva Zelanda, cuando en 2011 fue llamado para jugar su primera RWC. “No fue una decisión fácil” aseguró García, pero con naturalidad aseguró que “deseo que a Argentina le vaya bien, tienen una dura zona, pero siempre se espera mucho de ellos y vienen mejorando mucho los últimos años”.
Hasta hace algún tiempo, ninguno de los dos tenía demasiadas esperanzas de verse en Londres para la Copa del Mundo, sin embargo el milagro ocurrió, y aquello que habían soñado cuando niños, hoy lo pueden ver hecho realidad, aunque de una manera muy especial, puesto que los dos están en la RWC, defendiendo diferentes camisetas.
“Hace unos días hablé con el Colo. Estaba preocupado porque me enteré que se lesionó fuerte un tobillo ante Gales y parecía que se perdía el Mundial. Por suerte está bien y va a poder jugar”, confesó Orlandi sobre el pasado reciente de su amigo de la infancia.
Lo mismo había hecho García, cuando se enteró que su amigo no había quedado en la lista definitiva de los 31 Pumas que irían al Mundial de Inglaterra, aunque días más tarde, la baja de un jugador argentino, hizo que Orlandi pudiera conseguir el objetivo de jugar en un Mundial. “Hablamos muy seguido con Juan Pablo y me pone muy contento todo lo que está viviendo, es un gran amigo”, remarcó.
www.rugbyworldcup.com
World Rugby ha decidido otorgar los torneos masculino y femenino en una sola vez, con un intervalo de dos años entre ellos. Tras la exitosa organización de la...
Leer Más