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La hinchada de Irlanda es legendaria y tuvo un punto alto el pasado fin de semana en el Millennium Stadium, en el encuentro ante Francia para definir el Grupo D. La asistencia oficial al estadio fue de 72.168 personas, y una estimación indica que el 90 por ciento eran fanáticos de Irlanda. Cualquier persona que estuvo en el estadio podría haberlo sentido cuando empezaban a cantar por su equipo.
Las calles de Cardiff estaban atestadas de simpatizantes vestidos de verde, al igual que los Fanzones. Y muchos jugadores comentaron que se sorprendieron cuando se cruzaron con ellos mientras iban en el bus rumbo al estadio.
El pilar Jack McGrath, que con 23 años es el más joven del plantel, dijo que nunca había experimentado algo similar.
En Cardiff esperan otra invasión el fin de semana con el partido de cuartos de final entre El Trébol y Argentina, pero ya podría ser más costosa. Un sitio web de viajes reporta que las habitaciones en hoteles del centro cuestan £1,000 por la noche del sábado y £500 por el domingo.
LA SOMBRA DE JONNY
Matt Giteau parece no poder escapar nunca de la sombra de su ex compañero Jonny Wilkinson. El maestro de los Wallabies, que estuvo en el equipo que perdió ante el fantástico pie del apertura en la final de la RWC 2003, ahora tuvo una “aparición” antes de sumar su cap N°100 el domingo en el encuentro de cuartos de final contra Escocia en Twickenham.
En una ruedad de prensa, recordó que, en su primer test en 2002, fue el propio Jonny el que hizo que empezara su carrera internacional con una derrota.
Ambos se convirtieron en grandes amigos y forjaron una buena dupla en Toulon, pero Giteau siempre disfruta de hacer bromas con el perfeccionismo de Wilko.
En un momento de su encuentro con los periodistas, al australiano le informaron que estaba hablando sobre el héroe de Inglaterra en una sala del hotel donde está alojado el plantel llamada “The Wilkinson Room” en honor a Jonny- Y fue demasiado…
“Si lo hubiera sabido, hubiera tenido que mover esta rueda de prensa”, dijo Giteau, que acompañó con muecas y fue divertido. “Todo el mundo ama a Jonny y yo no soy la excepción, sólo que me gusta bromear con él”, contó.
EL GRAN REGRESO
La lesión de Paul O’Connell es tan seria que hasta podría echar por tierra sus chances de ponerse a disposición de Toulon, con quien tiene contrato acordado. Sin embargo, el jugador de 35 años edad podría inspirarse en la notable recuperación de uno de los mejores velocistas del mundo en la década del 60’.
Algunos informes indican que O’Connell tuvo un desgarro en el bíceps femoral y hasta se le había desprendido del hueso. El capitán del Irlanda golpeó el suelo, en una mueca de dolor, antes de que lo sacaran en camilla durante el éxito ante Francia el domingo. Fue cuando se terminó su participación en la Rugby World Cup.
Y si el está preocupado sobre su futuro en Toulon, el campeón de Europa, podría mirar la historia de Harry Jerome, quien quebró el récord mundial de 100 yardas y 100 metros a principios de los 60’.
Al velocista canadiense se le cortó el cuádriceps del hueso en la final de las 100 yardas de los Commonwealth Games de 1962, en Perth, Australia. Un tirón había terminado con sus esperanzas olímpicas dos años antes y, ante la nueva dolencia, los médicos dijeron que podría no volver a caminar.
Pero tras meses de fisioterapia, Jerome les demostró que estaban equivocados. Volvió a correr un año después, recuperó su mejor forma física y ganó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de 1964, la de oro en los Commonwealth Games de 1966 y hasta tuvo un papel importante en la formación del nuevo Ministerio de Deportes de Canadá en 1969.
Actualmente, hasta hay un premio “Harry Jerome” en honor a su historia, a 33 años de su muerte.
POR SUERTE JUEGA AL RUGBY…
Luke Fitzgerald, wing de Irlanda, fue uno de los jugadores de Irlanda que se alejaron un poco de las canchas y de la burbuja de la Rugby World Cup con una ronda de golf (y de risa). Es que, cualquier golfista que se tome en serio sus cualidades, haría un buen seguimiento para… expulsarlo del juego. El video lo explica todo.
uena parte del tiempo de diversión del plantel de Irlanda pasa por Patrick ‘Rala’ O’Reilly, el “baggage master” o utilero del plantel. Algún travieso, hizo de Patrick un hombre más joven, aunque quizás no del todo halagador.
Su acreditación tiene una nueva imagen pero, eso sí, en cualquier momento de su trabajo alguien encargado de los controles podría creer que quien la porta no es realmente O’Reilly. Nada mal el nuevo look.
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