Los equipos de The Rugby Championship monopolizarán las semifinales de la RWC 2015 y el debate sobre el rugby del norte y del sur se reabrió con toda su crudeza.
Las preguntas acerca de por qué Twickenham se convirtió en el patio de recreo para los cuatro equipos de The Rugby Championship en lo que que resta de la Rugby World Cup 2015, martillean en la cabeza de los aficionados, jugadores y entrenadores del Hemisferio Norte.
Por primera vez en la historia del torneo, las cuatro grandes del Sur monopolizarán los puestos de honor de la RWC e inevitablemente, el fracaso de las Home Unions y sus hermanos franceses, llenará en los próximos días horas de radio y televisión y mucho espacio en la prensa.
Muchos argumentarán que se trata de algo pasajero, puntual. Otros que el rugby avanza en direcciones opuestas aquí arriba y en las antípodas. Y habrá quién pondrá el foco en la calidad de los jugadores, en la preparación física o en la lectura de los partidos por parte de los técnicos. Uno de estos últimos, Joe Schmidt, preparador de Irlanda, sugirió tras la derrota de su equipo ante Argentina que, entre los equipos del Seis Naciones y los del Championship existe una brecha pero no un abismo.
Posiblemente Schmidt tenga razón. Sin embargo, tras las demostraciones de poder de Nueva Zelanda ante Francia y de Los Pumas con Irlanda, el abismo parece real. En el otro lado de la balanza y buscando algo de optimismo, tanto Escocia como Gales, estuvieron cerca de derrotar a Sudáfrica y Australia en sus respectivos cuartos de final. Algo que, inevitablemente, no ocurrió.
Voces autorizadas como el antiguo octavo de los All Blacks Zinzan Brooke, aseguró que Gales hubiera derrotado a Sudáfrica si los Dragones no hubiesen padecido la plaga de lesiones que los asoló durante el torneo. Y, cualquiera al norte del Muro de Adriano, sigue lamentándose de cómo el triunfo se les escapó cuando lo tocaban con la punta de los dedos. Como la pelota entre las manos de Denton en un line mal ejecutado.
Pero hay más. Steve Hansen, entrenador de los vigentes campeones del mundo, argumenta que la diferencia es evidente y que se manifestó con toda su crudeza cuando los All Blacks hicieron nueve tries a Francia el pasado sábado. Pero no es algo nuevo. En la chapa de la Webb Ellis, por otra Copa Mundial más, sólo seguirá el nombre de Inglaterra por el título de 2003.
Las destrezas de los jugadores
Paul Ackford, segunda línea inglés que disputó la final de la RWC 1991, destacó en su columna en The Times que la creencia popular de que los jugadores del Hemisferio Sur son más dotados técnicamente que sus contrapartes en el Norte, se hizo patente durante el torneo. Parecen más rápidos, más creativos y más incisivos con la pelota. Fallan menos cuando ejecutan en velocidad y apoyan tries con más facilidad. Gales fue incapaz de cruzar el ingoal de una Australia que se defendía con 13 hombres y también lo fue en la situación contraria. Cuando en los minutos de la verdad Fourie du Preez encontró la bandera en un despiste defensivo de los de Warren Gatland.
Mejores competencias en el Sur
Para el olvido queda la imagen que alguna vez se tuvo en el Hemisferio Norte de que el Súper Rugby es una suerte de competición desnatada. Con muchos tries y espectáculo pero poca presencia física; poca sangre ni épica. En realidad se juega más rápido, se defiende más duro y el contacto es más áspero. The Rugby Championship, que reunía a las tres grandes, propició una revolución cuando Argentina entró en el torneo en 2012. Hansen describió la competición como una mezcla de las destrezas físicas de Sudáfrica y Argentina, de las habilidades de Australia y una mezcla de ambas facetas en Nueva Zelanda. Como resultado: unos jugadores capaces de adaptarse a varios registros del juego.
El invierno del norte
Tanto el entrenador de Gales, Warren Gatland, como Hansen, que lo fue hace años, reconocieron en algún momento que los inviernos en las islas británicas dificultaban el aprendizaje de un rugby con más vértigo. “Lo que resulta es un rugby más combativo, físico y en esto puede estar la razón última de que limite la habilidad de jugar un rugby abierto, hasta el punto de que cuando quieren hacerlo, es difícil”, dijo Hansen. El entrenador de Escocia, otro neozelandés, Vern Cotter, también se sumó a la opinión: “Puedes usar eso, supongo. ¿Es cultural? ¿Es el clima? ¿Es lo que entrenas? No lo sé”.
Presencia de jugadores del sur en ligas locales
Hansen también empleó el argumento que alguna vez se usó para explicar el constante fracaso de la selección inglesa de fútbol. “Hay muchos extranjeros jugando en sus equipos aquí arriba y ocupan el lugar del jugador local. Eso limita el número de jugadores que pueden seleccionar para sus países. Sólo te tienes que fijar en que el rugby aquí siguió el modelo del fútbol. Inglaterra no ganó nada en décadas y aun así, tienen la mejor liga del mundo”, explicó el entrenador de los All Blacks.
www.rugbyworldcup.com
Los nominados formarán parte de una lista de invitados brillantes en Mónaco, con generaciones de grandes jugadores de rugby e invitados especiales de la familia global del rugby....
Leer Más