El plan de juego de Argentina ante los All Blacks puede dar las claves de cómo será el partido frente a los Springboks en semifinales.
El mismo día que los Springboks sufrían en Brighton la derrota más sorprendente de la historia del torneo, su rival en semifinales, Nueva Zelanda, también experimentó su examen más duro hasta la fecha. A los 56 minutos los All Blacks caían en Wembley por 16-12. En frente tenían a Los Pumas.
Al final, los hombres de negro ganaron por 26 a 16 pero los argentinos supieron cómo ponerles en aprietos durante tres cuartos de partido. El plan de juego ejecutado por los muchachos de Hourcade los llevó a vencer por 13 en la primera mitad y forzó a Nueva Zelanda a numerosos cambios de personal y de estrategia para, al final, lograr la victoria.
La primera parte de aquel encuentro ante Argentina puede ayudar a Sudáfrica a entender como frenar a los All Blacks en Twickenham este sábado por la tarde. Seguramente Heyneke Meyer y su equipo de analistas estudiaron el vídeo a fondo. Porque hay dos facetas que los sudamericanos explotaron y que no son ajenas al juego de los Boks.
La primera que deberían haber estudiado es cómo Los Pumas fueron capaces de mantener la posesión de la pelota, entrar en el contacto y presionar a los All Blacks en la línea de la ventaja.
Grandes portadores atacando desde la base del ruck con pick and go, manteniendo la posesión asegurada y ganando metros, asegura una defensa cada vez más desorganizada y, en última instancia, penales.
Sudáfrica no está escasa de portadores. De hecho, Schalk Burger es el segundo jugador que más jugó sobre la línea de ventaja en esta RWC 2015 tras el japonés Michael Leitch.
Dos pesos pesados de la delantera Bok como los segundas líneas Lood de Jager y Eben Etzebeth son dos jugadores capaces de ir al contacto y avanzar mientras generan momentum. Si las rupturas se producen de esta manera, la disciplina del equipo defensor se ve siempre comprometida.
La segunda faceta a estudiar es cómo Juan Imhoff fue capaz de batir la defensa de Nueva Zelanda con un poco más de astucia que la fuerza bruta de los forwards.
Un wing esperando tras la base de una pelota abierta siempre es algo en lo que fijarse pero el segunda kiwi Sam Whitelock estaba concentrado en la amenaza de Juan Fernadez Lobbe y dejó un espacio entre él y el defensor en su interior Owen Franks.
Con Whitelock fuera de la línea defensiva y aislado, Fernández Lobbe pudo colgar la pelota justo antes del contacto hacia el interior e Imhoff aprovechó el espacio entre Franks y Kieran Read. Argentina no anotó de esta jugada pero la ruptura del wing forzó a Nueva Zelanda a cometer penal y mandó al Sin Bin a Conrad Smith. Tres puntos y un jugador más.
Le Roux, de hecho, anotó un try en apoyo interior de Kriel contra los All Blacks en el partido del The Rugby Championship jugado en Ellis Park este año.
Por otro lado, Weseley Fofana fue capaz de zafarse de la marca en el partido de cuartos de final contra Nueva Zelanda mientras Les Bleus aún estaban cerca en el marcador (29-13). El centro también se coló cerca de un ruck, un área que es de las pocas debilidades de los All Blacks.
La pelota interior es una jugada simple que, por el contrario, puede ser devastadora para la defensa si se dan las combinaciones de sincronía y lectura de juego. Requeire a forwards que estén cómodos con la pelota y backs que sepan leer el espacio cambiante en la defensa. Sudáfrica tiene ambos.
Si los Springboks identifican esas debilidades, tendrán oportunidades de partir la defensa de los All Blakcs en Twickenham. Quizás sólo tengan que seguir la dirección que Los Pumas indicaron tan generosamente.
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