Pasaron nueve semanas desde que Mariano Galarza le pegó a Brodie Retallick, de los All Blacks, en el que fue el primer partido de los Pumas en el Mundial de Inglaterra. Tras ese encuentro, al jugador argentino lo suspendieron, pero el viernes próximo pasado volvió a las canchas.
Galarza fue suplente y jugó casi 30 minutos en el partido que Gloucester perdió ante Northampton 15-3, por la Premiership.
Tras la sanción no sólo se quedó sin Mundial, sino que tampoco pudo participar de la última gira que los Pumas realizaron en este 2015. El sábado pasado el equipo de Daniel Hourcade venció a Barbarians en el cierre de un gran año.
Galarza es uno de los jugadores que eligió no firmar contrato con la UAR, por lo que no estará con la franquicia argentina el próximo año en el Super Rugby. Hace poco tiempo renovó con Gloucester por tres años y, por ahora, se quedará allí. “En el contrato tengo una cláusula que me permite rescindirlo y volver a jugar a la franquicia argentina del Super Rugby en el caso que se dé la posibilidad en el futuro”, señaló hace pocas semanas con respecto a la chance de volver a vestir la camiseta argentina.
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