Felipe Contepomi, capitán de Los Pumas, celebró la noticia y dijo que el rugby argentino debe trabajar en conjunto y no ponerse trabas.
En plena y positiva recuperación de la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, sufrida en mayo jugando para Leinster, Felipe Contepomi recibió la noticia de la invitación al Cuatro Naciones como una motivación extra para la recta final de su rehabilitación. Ya instalado en Toulon, su nuevo equipo, comenzó a correr y espera volver a las canchas a fines de octubre. En charla con Olé, el capitán de Los Pumas dejó sus sensaciones sobre este gran paso que dará el rugby argentino. “Es una alegría enorme. Después de lo que se hizo en el Mundial 2007, esto es muy reconfortante. Es importante recalcar que la dirigencia de la UAR se alineó y trabajó duro para que nos abrieran las puertas a una competencia anual. Agustín (Pichot) estuvo muy metido en las negociaciones y su figura fue importante”.
-Cuánto costó lograr algo tan necesario, ¿no?
-Un equipo que figura sexto en el ranking mundial estaba aislado a nivel internacional. Nuestro gran problema era que no nos escuchaban desde afuera, ni el IRB ni las naciones más importantes. Pero ahora se dio un paso muy importante. Desde lo que ocurrió en el 2007, el IRB ha puesto mucho hincapié en incluir a la Argentina en alguna competencia… y ahora nos dan el respaldo las naciones de la Sanzar.
-Significa un gran reconocimiento y, a la vez, una responsabilidad deportiva y organizativa…
-Es impresionante que se nos reconozca para jugar en el mejor torneo del mundo. Que nos hayan aceptado. Ahora está en nosotros, ya no hay más excusas. Habrá que ponerse de acuerdo y trabajar en conjunto para que el seleccionado pueda seguir luchando en los primeros puestos. Está en manos del rugby argentino alinearse a esta idea y dejar de ponernos trabas entre nosotros para poder competir con los mejores.
-¿Esto les permitirá a Los Pumas consolidarse en la elite mundial?
-Se vio en el 2007: cuando el equipo estuvo junto por tres meses se produjo algo importante. Hoy nos juntamos cinco o seis semanas al año cuando cualquier otro seleccionado está en contacto, por lo menos, 18 semanas. Tres veces más. Damos muchas ventajas en ese sentido.
-¿Ves complicada la exigencia de presentar sí o sí con el mejor equipo?
-Es un tema, pero hay tres años para buscarle la vuelta y ver la mejor forma para solucionar ese problema.
-¿Y los resultados?
-Va a llevar su tiempo, hay diferencias. Pero vamos a competir de igual a igual con equipos con los que hasta ahora jugamos una vez cada cuatro años.
olé.com.ar (MAXIMILIANO FRIGGIERI)
