Pese a la eliminación en el Mundial, Los Pumas tuvieron buenos momentos en el 2003. El seleccionado Nacional venció a Francia en la serie jugada en Buenos Aires y obtuvo el campeonato Panamericano.
Por una cabeza
El 2003 tenia un claro fin para Los Pumas, el Mundial de Australia que comenzó el 10 de octubre. Pero antes de llegar a tal evento, el equipo argentino tuvo que pasar por varias situaciones, giras, partidos y otras responsabilidades.
El primer compromiso del año llegó en el mes de abril cuando Marcelo Loffreda y Daniel Baetti conformaron un plantel de 27 jugadores para disputar el Torneo Sudamericano en Montevideo, Uruguay, el cual fue ganado en forma invicta.
Luego, llegó un hecho histórico para el rugby nacional. En la gira que realizó el seleccionado de Francia en el mes de junio, Los Pumas por primera vez en la historia del rugby argentino, le ganaron una serie al equipo galo. 10 a 6 y 33 a 32, fueron los resultados a favor del conjunto albiceleste.
Pero esa no fue la única gran actuación que tuvieron los argentinos. En la gira realizada por Ciudad del Cabo y Port Elizabet, Sudáfrica, una semana más tarde, Argentina A empató con Sudáfrica A en 30 puntos mientras que el 15 titular estuvo a segundos de vencer a una potencia del rugby mundial como lo son los Springboks; perdieron 26 a 25.
Después de vencer a Fiji en la ciudad de Córdoba, en el mes de agosto se disputó en Buenos Aires, la quinta edición del Torneo Panamericano. Luego de vencer a Estados Unidos, Canadá y Uruguay, Los Pumas se consagraron campeones, al igual que en las cuatro ediciones anteriores.
Esta fue la última oportunidad de los jugadores para mostrarle al cuerpo técnico que estaban en óptimas condiciones para ser parte del plantel mundialista.
Previa a la partida del los 30 jugadores y todo el cuerpo técnico, Los Pumas debieron enfrentar dos compromisos amistosos, los cuales dejaron secuelas.
Frente a Tucumán, el resultado quedó en el olvido para todo el conjunto argentino. El tema central fue otro. El capitán, Lisandro Arbizu, debido a una rotura rotura de ligamentos cruzados le dijo chau al mundial. Un golpe duro para todo el equipo.
La quinta edición de la Copa del Mundo estaba cada vez más cerca, todo lo que había pasado, victorias, derrotas y lesiones, quedaban atrás, la mente de los jugadores estaba puesta únicamente en el 10 de octubre, en el partido inaugural frente al anfitrión. Nuestra mente está puesta en el encuentro del 10 de octubre únicamente. Una vez que termine ese partido pensaremos en Rumania y luego en Namibia y por último en Irlanda. Si hoy pensamos en otro partido que no sea Australia, vamos por el mal camino, confesó Ignacio Corleto, fullback de Los Pumas.
Y el día finalmente llegó. Argentina no pudo vencer a Australia (24 8) y de esa forma debía ganar el resto de sus encuentros para acceder a la segunda fase. Namibia y Rumania fueron el aperitivo para los dirigidos por Loffreda y Baeti. Aunque tenían que vencerlos y los partidos hay que jugarlos, era previsible desde un principio que la Argentina no iba a tener mayores inconvenientes para superar a estos equipos, los cuales son de un menor nivel. El día D, fue frente a Irlanda. El Grupo de la Muerte, como se apodó a esta zona, tuvo su partido definitorio. En un cotejo mas que parejo, en el que aquel equipo que cometiese menos errores sería el ganador, Irlanda supo aprovechar sus pocas oportunidades y dejo afuera por solo un punto (16 15) a Los Pumas.
El sueño de repetir lo hecho cuatro años atrás en el Mundial de Gales se esfumó y junto a el, las ganas de la gente de ver a la Argentina meterse entre los grandes del rugby internacional.
Fuente:U.A.R
Foto: Rodrigo Vergara