En el primer test entre ambos, Los Pumas buscan una virtual clasificación a cuartos de final, mientras que los Ikale Tahi intentarán ratificar su recuperación.
Los seleccionados de Tonga y Argentina nunca se enfrentaron oficialmente entre sí, y tal vez ese sea el dato saliente de un choque que presenta diferentes objetivos e incertidumbres.
Para los sudamericanos, la meta será ganar para ir a jugar con Namibia sin presión, teniendo una clasificación virtual a cuartos de final asegurada, mientras que para los isleños aparece intrínsecamente la meta de sumar puntos como sea, para disputar el tercer puesto del grupo que les permite una clasificación directa a la RWC 2019.
Más allá de esto, el hecho de conocerse solo a través del análisis de video, hace que cualquier cosa pueda ocurrir, en un choque de estilos que rompe con cualquier pronóstico.
El ranking dice que Argentina está octavo y Tonga décimo tercero. En este Mundial de Rugby 2015, los tonganos perdieron en su debut ante Georgia por 17 a 10, donde rescataron un punto bonus defensivo, y luego se impusieron a Namibia por 35 a 21 con bonus ofensivo y pasajes de buen rugby. Por su lado, Argentina cayó en el debut ante Nueva Zelanda por 26 a 16 en Wembley y luego se repuso ante Georgia por un contundente 54 a 9.
Los Pumas exhiben orden en defensa, ritmo y dinámica con atisbos de Súper Rugby y gran eficacia con sus wings. Tonga es un gigante dormido que cuando entra en clima transforma cualquier error en puntos, pero que en sus “lagunas” cae presa de sus desórdenes e inconsistencias en el ABC de la obtención.
El choque que tendrá lugar en el Leicester City Stadium bajo la tutela de Jaco Peyper, a las 14.30, supone a priori un equipo argentino con mejor obtención desde las plataformas fijas (line y scrum) que le da orden para sus ataques, donde parece haber encontrado la definición que durante los últimos cuatro años ejercitó en el Rugby Championship.
Sin embargo lo de Tonga es para tomar recaudos, ya que su potencia física y destreza tan característica de los países del Pacífico Sur, lo convierten en un potencial “dolor de cabeza” para cualquier equipo.
Independientemente de la victoria de Nueva Zelanda sobre Georgia de ayer, Argentina le debe ganar a Tonga para acercarse a los cuartos de final, donde matemáticamente deberá esperar hasta la última fecha para saber si entró a la siguiente instancia y de lograrlo, quién será su rival en Cardiff.
Los Ikale Tahi que dirige Mana Otai están sedientos de victoria y ven en Argentina un rival al que pueden sorprender con un juego que amenaza con ser imprevisible.
Partido de jóvenes contra veteranos
Tonga presentará un equipo que se lleva el récord de mayor promedio de edad entre sus jugadores, con 31 años y 38 días (incluyendo 10 jugadores con más de 30 años y 3 con más de 35), al tiempo que también es su alineación con más caps, totalizando 349. Del otro lado, Argentina es pura “sangre nueva” con un promedio de edad de 26 años y 236 días.
A la hora de armar los equipos, el entrenador argentino Hourcade metió mano en su formación e hizo siete cambios: uno en la primera línea, otro en la segunda, dos en la tercera; el medio scrum y la pareja de centros, con respecto a la última aparición ante Georgia.
Tonga llega con seis modificaciones con respecto al equipo que superó a Namibia, y así presentan una formación más parecida a la de la derrota contra Georgia del debut. Entre los regresos más resonantes aparecen los de su captián, el wing forward Nili Latu y el apertura Kurt Morath, al igual que el tryman nacional Fetu’u Vainikolo
En la cabeza de los técnicos
A juzgar por los nombres que paran en la cancha, los entrenadores de cada equipo buscan lo mejor que tienen, de cara al rival.
Hourcade confía en una primera línea de mucho oficio en el scrum para ser dominante en una formación que puede definir la contienda. Apuesta por el regreso de Petti en la segunda línea para devolverle rodaje al hombre que le marcó un try a los All Blacks y refuerza con la vitalidad de Matera en la lucha cuerpo a cuerpo ante los isleños. Además se apoya en la ductilidad de Senatore para manejar la base de un scrum que va para adelante y aporta variantes con su salto en el line.
Entre los backs, sus propias palabras remarcaron que Landajo es “muy dinámico” como medio scrum, del mismo modo que alimenta la lucha por la camiseta número 9 con Cubelli. El cambio de la pareja de centros se debe a la lesión de Hernández (entra De la Fuente) y lo de Moroni (por Bosch), si bien expresó que era porque el hombre de Saracens no está en plenitud física, es sabido que el joven inside de CUBA es del paladar del técnico.
Pero más allá de los nombres, en Argentina está fresco el recuerdo de la victoria de Tonga sobre Francia por 19 a 14, en la RWC de Nueva Zelanda en 2011 y así lo sostuvo Juan Fernández Lobbe cuando dijo “nos tenemos que quedar con el equipo de Tonga que le ganó a Namibia, metiendo muy buenos tries”.
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