De entrada, el partido se centró en la disputa en el contacto a través del scrum y el line, al mismo tiempo que ambos equipos mostraron una gran solidez defensiva, lo cual provocó que el ritmo sea considerablemente bajo y que escaseen los espacios en el tercio final de la cancha. De esta forma, la única vía para puntuar fueron los penales: Jack Crowley primero para el local, y luego Damian McKenzie para Nueva Zelanda.
Pasados los primeros 20 minutos, los hombres de Scott Robertson comenzó a tener mucha más tenencia de la pelota y sometieron como no habían podido hacer antes a su rival a muy pocos metros de su ingoal. Sin embargo, éste no cedió ningún tipo de hueco, pero sí jugó bastante al límite con las infracciones a la hora de cortar los ataques. Así, McKenzie aprovechó y concretó dos patadas más para poner a su seleccionado en ventaja.
De todas formas, cuando mejor estaban los All Blacks, Irlanda tuvo un último envión antes del descanso para intentar revertir la historia, y aunque no se pudo acercar lo suficiente al ingoal, un tackle alto de Jordie Barrett sobre Garry Ringrose derivó en su amonestación, falta a través de la que Crowley sumó otros tres puntos para el Trébol en la última acción de la primera parte.
Posteriormente, la reacción del local en el complemento fue instantánea, y con una gran muestra de carácter, sumado a la presión y el juego asociativo que tanto caracteriza al equipo de Andy Farrell, sacó provecho del hombre de más para llegar al try de la mano de Josh van der Flier para volver a estar en ventaja en el marcador.
No obstante, esta postura le duró poco al dueño de casa, porque poco a poco Nueva Zelanda volvió a contrarrestar todas las virtudes de su adversario a base de paciencia y doblegar esfuerzos en el contacto. De esta manera, el partido volvió a la dinámica con la que empezó, la cual favoreció a la visita, porque Irlanda no corrigió sus indisciplinas en defensa, y McKenzie anotó dos penales más.
Tras ese mencionado rato de absoluto dominio, el Trébol no volvió a acomodarse en campo contrario hasta los minutos finales del encuentro. En el medio, un try de Will Jordan estiró a 10 la ventaja del seleccionado kiwi en el score, y después, éste no tuvo mayores complicaciones para neutralizar los enviones contrarios hasta el silbatazo final.
Formaciones
Irlanda (13): 15 Hugo Keenan, 14 Mack Hansen, 13 Garry Ringrose, 12 Bundee Aki, 11 James Lowe, 10 Jack Crowley, 9 Jamison Gibson-Park, 8 Caelan Doris (c), 7 Josh van der Flier, 6 Tadhg Beirne, 5 James Ryan, 4 Joe McCarthy, 3 Finlay Bealham, 2 Rónan Kelleher, 1 Andrew Porter
Suplentes: 16 Rob Herring, 17 Cian Healy, 18 Tom O’Toole, 19 Iain Henderson, 20 Peter O’Mahony, 21 Conor Murray, 22 Ciaran Frawley, 23 Jamie Osborne
Tries: Josh van der Flier
Conv.: Jack Crowley
Pen.: Jack Crowley (2)
Amonestados:
All Blacks (23): 1. Tamaiti Williams, 2. Asafo Aumua, 3. Tyrel Lomax, 4. Scott Barrett (Capitán), 5. Tupou Vaa’i, 6. Wallace Sititi, 7. Sam Cane, 8. Ardie Savea, 9. Cortez Ratima, 10. Damian McKenzie, 11. Caleb Clarke, 12. Jordie Barrett, 13. Rieko Ioane, 14. Mark Tele’a, 15. Will Jordan.
Suplentes: 16. George Bell, 17. Ofa Tu’ungafasi, 18. Pasilio Tosi, 19. Patrick Tuipulotu, 20. Samipeni Finau, 21. Cam Roigard, 22. Anton Lienert-Brown, 23. Stephen Perofeta
Tries: Will Jordan
Conv.:
Pen.: Damian McKenzie (6)
Amonestados: Jordie Barrett
Referee: Nic Berry (Australia)
Assistant Referees: Karl Dickson (England), Andrea Piardi (Italy)
TMO: Brett Cronan (Australia)
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Créditos: @AllBlacks (X)