Axel Müller tiene 25 años y es uno de los muy buenos rugbiers argentinos que al estar jugando en Europa no son tenidos en cuenta para formar parte de los seleccionados nacionales. En unas cortas pero merecidas vacaciones en Mendoza, el ex jugador de Marista hizo un balance de sus primeros dos años y medio en Francia, su presente y su futuro.
“El balance de estos dos años y medio es realmente positivo. Estuve un año en Toulon, donde conocí a jugadores de mucha experiencia y aprendí mucho de cómo se entrena y cómo se juega en el rugby internacional. Haber jugado 12 partidos, viniendo de ser un jugador de seven, fue algo muy bueno. Obviamente cuando me fui a Oyonnax el objetivo era jugar más y eso lo que logré con casi el doble de partidos (22). Después pensaba volver a Toulon pero hubo problemas con el contrato, Oyonnax había descendido y la mejor propuesta fue la de Brive, donde puedo jugar más y capitalizar mi experiencia. Es un club con historia, con el objetivo de volver al Top 14 y me gustó la propuesta que me hicieron”, destacó.
Muchos ven como un retroceso el hecho de haber estado en Toulon, uno de los grandes equipos de Europa, y ahora estar en la segunda división del rugby galo, pero Axel tiene claros sus objetivos: “No sé si es un retroceso. Toulon, obviamente, es un club prestigioso y con muchos jugadores de trayectoria. Yo era más o menos nuevo en el rugby de 15 y la única manera de formarme era jugando más cantidad de partidos. Tuve una gran experiencia en Toulon pero mi objetivo es seguir creciendo”.
Müller jugó en Los Pumitas el Sudamericano 2012 y el Mundial 2013 compartiendo equipo con muchos de los actuales integrantes de Jaguares y Los Pumas, tales como Matera, Lavanini, Petti, Montoya, entre otros. Respecto de cómo ve la actualidad del equipo argentino analizó: “Siempre estoy en contacto con los chicos y al tanto de los partidos y los resultados de Jaguares o de Los Pumas. Han tenido un año positivo teniendo en cuenta que hubo un cambio de entrenadores, algo que me tocó vivir en Francia y no es fácil. Este es el año más importante para ellos. En lo personal nunca cierro las puertas a la posibilidad de volver a un seleccionado nacional aunque ahora firmé por 3 años buscando seguridad y poder establecerme en un lugar sin estar pensando que voy a hacer cada 6 meses. Hubo un momento, cuando descendimos con Oyonnax, que estaba sin contrato y una de las opciones era volver pero quería tener estabilidad con un contrato más largo y Brive me lo ofreció. Me gustó la ciudad, la historia que tiene el club y el proyecto deportivo. Nunca le cierro la puerta a la UAR y hay una cláusula por la que podría salir de mi club si no ascendemos, pero por ahora mi objetivo está en Brive”.
En cuanto a la actual temporada del ProD2 en la que Brive marcha 4º con 44 puntos en 16 fechas contó: “Estoy volviendo de una lesión y recién jugué el primer partido antes de las vacaciones por las fiestas. El primer objetivo es volver a jugar y agarrar ritmo para volcar mi experiencia en el equipo y a mediano plazo queremos ascender al Top 14 que es donde Brive debe estar. El club tiene instalaciones y todo lo necesario para subir, así es que el objetivo está muy claro”.
Müller tiene solo 25 años pero vivió mucho tiempo en Estados Unidos donde practicó fútbol americano, atletismo y lucha, luego regresó a Argentina país donde se inició en el rugby y al que representó a nivel internacional. Actualmente, ayudado porque tiene pasaporte italiano, juega profesionalmente en Francia. Sanne Van Olphen es holandesa, tiene 29 años, representó a su país en handball y jugó profesionalmente en Dinamarca y Francia.
Ambos estuvieron en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro pero lejos de aquellas fantasías de lo que ocurre en la Villa Olímpica se conocieron tiempo después, en Toulon. “Ella estaba jugando al handball a nivel profesional y coincidimos porque la profesora de francés que nos pusieron nuestros clubes era la misma. Nos conocimos y ahí nos dimos cuenta que los dos habíamos estado en Río”, contó Müller.
La mezcla de deportes y nacionalidades no fue fácil de compatibilizar: “Yo me fui a Oyonnax y ella fue a jugar en Dinamarca pero ahora terminó su carrera y estamos conviviendo en Brive, una ciudad entre Toulouse y Bordeaux en la que llueve mucho pero no hace tanto frío. Ahora me compré una casa, firmé por 3 años y estoy disfrutando de estabilizarme en un lugar” dijo el mendocino quien aprovechó las fiestas para recargar energías con la familia y los amigos.
Fuente: Diario UNO de Mendoza
Foto: www.cabrive-rugby.com