Marcos Ayerza fue suspendido por dos semanas por pelearse con Joe Marler, de Harlequins, y se perderá los cuartos de la Copa de Europa de rugby. “Es una frustración”, dijo el Toro.
Los ingleses están obsesionados con erradicar el juego desleal de su rugby, y otro de los tantos que quedó en off side y fue castigado es el pilar argentino del Leicester, Marcos Ayerza, quien fue suspendido por dos semanas por pelearse con Joe Marler, 1 del Harlequins.
El hecho ocurrió el último fin de semana en la victoria de los Tigers, punteros de la Premiership, sobre los Quins por 17-13. A los 65 minutos, y tras un revoleo de manos, ambos jugadores vieron la roja y… sanción en marcha. “La verdad es que conocer lo de la suspensión fue una verdadera frustración, porque lo que pasó fue una estupidez. Ahora, por esto, me pierdo el partido contra Leinster, por los cuartos de final de la Copa de Europa. Y bueno, de estas cosas se aprende. Pudo haber sido peor, ¿no?”, cuenta el Toro, segundos antes de sentarse a cenar con otros argies: Lucas González Amorosino, Horacio Agulla y Martín Castrogiovanni. “Estamos en la casa de Luquitas; de vez en cuando nos juntamos todos a comer”, agrega.
-¿Qué podés decir de Joe Marler?
-Es un personaje; es un flaco de 20 años con un corte medio de mohicano, teñido de naranja, que siempre busca llamar la atención.
-¿Cómo fue exactamente la jugada?
-Me estuvo buscando todo el partido…
-Hasta que…
-Hasta que, después de un ruck, me agarró del cuello y me ahorcó.
-Y reaccionaste…
-¡El reaccionó! Me acuerdo que yo no podía ver muy bien porque el cabezal me tapaba un ojo y, sin querer, cuando me paré, le pegué un cabezazo mínimo. Pero eso se dio así porque teníamos las cabezas muy cerca y no porque yo haya buscado golpearlo.
-¿Qué pasó después?
-El tipo me miró y me tiró tres piñas. En resumen, me suspendieron por cuatro semanas, pero como nunca me habían echado ni nada de eso me bajaron la sanción a dos.
-Los ingleses están muy meticulosos con este tipo de actos de violencia, ¿no?
-Sí, muy; es medio como una casa de brujas, porque te persiguen todo el tiempo, y mucho más si el partido en cuestión va por televisión, como me pasó a mí. Hay gente que, después de los encuentros, se dedica a revisar todos los tapes con el único objetivo de controlar que no haya habido juego desleal.
-Buscan limpiar su rugby…
-Y está perfecto que lo hagan, me parece bárbaro. Pero el tema es que en un deporte de contacto es complicado que no existan los roces. Es más, hasta a veces, producto de la adrenalina, se dan fricciones totalmente involuntarias.
La cena está servida y Ayerza pide disculpas. “Te dejo; me voy a comer. Perdoname”. Vaya, Toro, vaya. Quizás el lindo momento lo haga olvidar, por unos instantes, del atragantamiento que sufrió con Marler. ¿Será así?
scrum.com
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