Nervios, ansiedad y angustia concentrada, más otra buena porción de actitud, no fueron suficientes para Jockey para lograr el objetivo de clasificarse para la Zona Campeonato. Cayó ante ante Palermo Bajo por 28 a 23.
Una descomunal mezcla de nervios, ansiedad y angustia concentrada, más otra buena porción de actitud, no fueron suficientes para que Jockey Club Córdoba lograra el objetivo de clasificarse para la Zona Campeonato, al caer ayer ante Palermo Bajo por 28 a 23.
Con el resultado puesto, no sólo los del escarabajo se dieron el gusto de levantar los brazos en señal de victoria, sino también los del Córdoba Rugby, que a la distancia, pero con los celulares a mil, deben haber seguido las alternativas de un partido que, con la derrota de los hípicos, los ponía por primera vez en su corta historia dentro del concierto grande del rugby cordobés, que no es poco.
Y así como los del Liceo tienen todo el derecho de celebrar en grande, no fue menor la pena que embargó a los hípicos una vez que Iparraguirre pitó el final. Es que además de haber caído un grande, lo había hecho jugando el mejor partido que se le haya visto en el año. Pero claro, se acordó tarde y así le fue.
Poco y nada le preocupó que a su frente estuvieran prácticamente los mismos que, a comienzo de temporada, los habían vacunado bien en su propia cancha del Country. Tampoco que es uno de los principales candidatos al título.
Menos que menos cuando a los 3 minutos de juego Marcos Ferreyra les invadió el in goal, producto de una trabajada movida de los gordos luego de un maul. Nada de eso le importó a un equipo que, concentrado al mango, le dio gusto al cuerpo raspándose de lo lindo, ganando y perdiendo, pero siempre para adelante.
Con esa actitud inquebrantable es que el try de Gabriel Pizarro y la puntería del Coco Fiori le permitieron cerrar el parcial con una legítima ventaja de 16 por 11.
Y si hasta ahí esta versión inédita del Jockey había entusiasmado a su gente al punto de invitar a sus rivales a que regresaran al pico y a la pala, mucho mayor fue el volumen de festejo cuando un try de Furey convertido por Fiori, los ponía al frente por un impensado 23 a 11.
Pero así como Jockey se había disfrazado, estaba clarito que Palermo Bajo, además de no regalarle nada, estaba intacto. Tanto como para arruinarle la fiesta en cuanto le dejara un resquicio para meter una puñalada letal. La primera llegó a los 16 en forma de try vía Mauro Gallardo; la otra fue de maul, toda una especialidad de la casa de Los Boulevares.
Empatados, con el Bajo dominando la escena y Jockey clasificado (sumaba los dos puntos que necesitaba), Alberto Fiorenza no tuvo piedad y con su try le bajó la persiana al tardío sueño de la visita.
Síntesis
Palermo Bajo: 28
Toledo C. (Toranzo) , Ferreyra M., Sanchez P., Castillo D., Gallardo M., Sayavedra L.(Conci), Ferreyra Marcos (Covassi), Brouwer E.(Vagni), Rusculleda P., Peralta S., Maineri M., Altamira R., Ferrini E.(Ferreyra), Fiorenza A., Morra E. Entrenadores: Marcelo Vigila
Jockey C.C.: 23
Alvarez Quiñonez G., Ferreyra I.(Andres), Chali J., Allub A., Atea J., Sosa M., Furey A.(Bruna), Sosa P.(Goldaracena), Luna S., Fiori J., Blasco J., Moyano Sosa M., Pizarro G., Hereñu M., Lòpez Vaca M.
Entrenadores: Javier Fiori – Felix Paez Molina
Fuente: Por Hugo Juárez // Diario La Voz del Interior
Foto: Diario La Voz del Interior
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